- En las obras de la coreana EUN BAE, la materia se hace tierra y se transfigura en ella misma, de tal modo que cuando estamos en su presencia es como su estuviéramos también allí, porque en este supuesto las dimensiones toman otra tesitura.
- No es que esta aleación de distintos elementos se depositen solamente sobre el soporte, sino que la acción de la artista les da, a través de la técnica, la clave de su visibilidad y resonancia. Se ve impulsada por ellos, como agentes de una naturaleza viva, a materializarlos en una realidad física que nos acerca a la conformación de su idiosincrasia.
- Mediante la inspiración, materia, color y espíritu están fusionados en una armonía emocional y anímica, en un proceso cuyo equilibrio está cargado de connotaciones románticas y hasta místicas, propias de su origen.
No me culpes
por sujetar los sentidos
a cada pedazo de piel
de los siglos.
(Odalys Hernández)
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