- Si en un mundo sin alma, el arte es el refugio de la espiritualidad, en un mundo sin imaginación, el hombre, piensa el francés ANDRÉ, ha de reconstruirse desde otras bases. La hibridación es una de ellas.
- Y sobre esa base él esculpe una nueva naturaleza escultórica en la que se amplía el espectro animal e intelectual, se obtiene otra morfología que aúna elementos de una y otra condición, y se logra la constitución de otro ser, cuya fisonomía nos ofrece otra visión.
- Al final, la obra desemboca en el carácter enigmático de una realidad, en que cada forma es doble y triple, y en que cada ser es reminiscencia o prefiguración de otro (Octavio Paz).
Y mi piedra se hizo río
y mi cuerpo fugaz.
(Tomás Martínez)
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