- Los habitantes y animales de Centroamérica viven bajo la espada de su desmembramiento y de su transformación posterior en marionetas. Ya no hace falta que se subleven, se alcen o resistan. Su destino está predeterminado.
- Seguramente que la costarricense MARISEL no lo piensa así ni está bajo el peso de un pesimismo sin futuro, pero a la hora de construirlo se le escapan unas vivencias que lo reflejan con toda la pasión de que es capaz.
- En sus instalaciones y en sus dibujos nos sitúa en esos espacios visuales de desesperanza y fatalidad, de reflexión en unos significados estéticos dirigidos a mostrar los contenidos sociales y culturales que se quiere comunicar.
En todas partes cuecen habas, y en la mía calderadas.
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