- Los colores, trazo tras trazo y capa tras capa, unos encima de otros, mezclados, empastados, saturados, pegados, entrelazados, buscan quedarse en máscara y al mismo tiempo constituirse en retratos de sí mismos.
- El británico MICALLEF les ha dejado hacer porque no le interesa ver y verificar lo que suponía que empezaban a ser unos rasgos familiares, reconocidos, amados u odiados. Al final no queda ni una visualización del soporte y sí del aura.
- La mirada del observador se asusta y renuncia a inmortalizar su imagen, se percibiría demasiado su ser y su angustia, sus sinrazones y miserias, sus incertidumbres y sus pesares. Y además los pigmentos le chorrean desde la cabeza y van directos al corazón.
Dime tú, ¿morir
será hacer la noche mía?
Entonces morir. Muriendo,
noche, te siento.
(Vicente Aleixandre)
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