- El holandés es un tipo muy especial y como tal es un artista que piensa y delira que no hay una alternativa estética que no contenga una ideología del desmadre y la provocación. Y su serie sobre Hitler retrata a éste como un patético personaje que nadie ha visto así.
- Pero la mirada tiene memoria y las imágenes no encuadran dentro de ella, ni siquiera admite un mínimo diálogo ni tampoco concuerda con una pintura enfocada en la manera de preguntar y sondear con ella.
- Acaba siendo la plasmación de un patetismo que convierte al sujeto en un grotesca historia, en un relato que trata de transgredir con una visión ridícula a fuer de nihilista. Sea o no sea ese su propósito, el jolgorio resulta chamuscado y oscuro en su significación.
Más hondo, más, el fuego purifica.
Es el fuego desierto donde nunca descienden.
Destierro prohibido a las almas, a las sombras.
Entrañas que se abrasan de soledad sin numen.
(Vicente Aleixandre)
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