- Al ver estas obras del chino NGJIE que son propias de una moda más que de un epifanía pictórica, me viene a la mente la frase de Castro Flórez referente a que "da la impresión que hemos llegado a aceptar tácitamente que el arte es un sinsentido y el artista un inútil que es tanto más apreciado cuanto más innecesario su trabajo".
- Pero seguro que a Marcel Duchamp le hubieran gustado estas estrábicas de labios omnipotentes aunque no estuviese muy de acuerdo con la pintura de su tiempo por aquello de que "cuando pintas un cuadro, incluso uno abstracto, hay siempre algo así como un relleno forzado".
- Lo cierto y verdad es que estos rostros femeninos prometen, mediante esa visualización cromática, una fuerte carga erótica de masajes lentos si tuviesen los ojos cerrados. Abiertos parecen unos zombis que se van a salir de la tela para chuparte la sangre.
La década de 1980 no hizo más que profundizar las desigualdades de la topografía social por toda América Latina (Mike Davis).
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