- Si miramos la obra de arte desde arriba captamos desde el origen su organización total. Si la miramos desde abajo todo empieza a desquebrajarse, a convertirse en ruinas de lo que ni siquiera, cuando estaba vivo, presentaba un impactante esplendor.
- Cierto que viene a cuento de una pintura como la del gaditano GARCÍA HERRERA esa unidad visual por la semejanza de todos sus valores y componentes, con lo que el color, la luminosidad, la figuración y la superficie delinean tanto significados expresivos como plásticos.
- Y todo ello a través de una pátina que hace más convincente los dos procesos creativos y simultáneos que dan lugar a esta formulación: uno, el visionario en tanto configuran ruinas y testimonios o real en cuanto un urbanismo que late todavía, y otro, el reflexivo sobre el propio sentido y naturaleza del hacer hasta encontrar y ajustar esencia y contenidos.
El olfato no huele, ojo no mira.
Ni gusta lengua ni conoce el seso.
Eso sabemos, corazón que aspira.
Tan sólo eso.
(Carlos Bousoño)
No hay comentarios:
Publicar un comentario