- El argentino CARPANI, artista comprometido siempre y especialmente durante los años de plomo de la tiranía reciente en su país, escogió un modo de hacer acorde con esas condiciones históricas reales.
- Pues el proceso de configuración de su obra, enmarcado en ese aura cromática truculenta y con la resonancia propia del cómic o de la ilustración fantástica y de terror, obtiene como momento final unas formas definidas, monstruosas, gigantescas, como si hubiese una representación para el la barbarie que se desata, para el delirio de un discurso ideológico usurpador y simulado.
- Son rostros que fulminan, que se acercan a tu mirada con la obsesión de la amenaza y el desprecio, otros gritan y saben que la fuerza les sostiene hasta culminar más allá del límite. Su plástica, muy trabajada y prospectiva, destaca por una energía que se expresa con la frialdad de un infierno que no tiene fin.
La muerte me da frío.
Yo he visto muchos muertos que bebían
para poder así seguir sangrando.
(Antonio Quintana)
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