- Fui nazi, después alemán alemán oriental y hasta se me relacionó con la Stasi, pero lo único que puedo pintar bien es la ira. Todo es furor, violencia, mutilación, camino del día final. Mis obras se saturan y gozan con este caos destructor, en este caleidoscopio de trazos gruesos y cargados.
- El alemán HEISIG no da opciones dentro de esta nueva figuración que raya en lo grotesco, en lo más ácido del ser humano, con una plástica que para algunos es vejatoria, pero para otros es la verdad que se alimenta de una realidad que está dándonos siempre ejemplo de buena conducta.
- Sus obra pueden parecernos bestiales pero su carga abisal es profunda, bella y fantasmagórica. Su coloración intensa, tan bien incardinada en el espectro que se refleja, es un espíritu que ya encontró alma, aunque ésta se encuentra en lucha a muerte consigo misma y con sus fantasmas y destinos históricos. Que no se acerquen mucho por si acaso.
Hay recuerdos que caen en la jaula de la adversidad como un batir de remos.
(Almelio Calderón)
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