- El español QUETGLAS se reinventa a sí mismo desde su gran penetración en todos los territorios de la pintura. Se advierte su plena adecuación a esas imaginerías talladas en unas gamas cromáticas recias, de claras reminiscencias y que configuran una suerte de fatalidad y júbilo.
- Desde los cruces estilísticos que se perciben hay una notas identificatorias que son propias y denotan una fuerte pasión plástica que le imprime crudeza o armonía a sus figuraciones, que se concentran en cuerpos y escenas, desde las dramáticas hasta las pastoriles.
- Recreaciones y no apropiaciones en el presente. Miradas hacia el pasado que tienen su lugar en el hoy y en el ahora. Es como volver a pintar desde la propia conciencia del acto en sí, en lo que atesora de sabiduría y conocimiento, en lo que es único bajo la biología del tiempo.
-¿Mas el arte?...
-Es un puro juego,
que es igual a pura vida,
que es igual a puro fuego.
Veréis el ascua encendida.
(Antonio Machado)
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