12 de julio de 2011

WILLIAM KENTRIDGE (1955) / ¿CÓMO ENCONTRARLE UN SENTIDO A TODO ESTO?


  • Un mundo que ata al propio hombre, hace que sea un falsificador, una víctima de su locura que al final se desconsuela en la indagación de esa sinrazón.


    • Para el sudafricano KENTRIDGE los paradigmas acompañan mucho cuando van de visita, pero poco si tienen que alumbrar un imaginario acostado con espinosas circunstancias vitales y artísticas.




      • Él se ha decantado por confesar sus pesadumbres con esas imaginerías que expresan dolor, angustia, amenaza y una resurrección escultórica de una geografía alada.




        • Lo inquietante es que su obra no pierde, a pesar de todo, su carácter de filigrana fantástica, entre lo incitador poético y su abismo, pues se basa en la hondura del esquema propuesto y el entorchado de su dibujo, que cala en negruras danzarinas, bélicas, enardecedoras.




          • No podemos dejar de admirarla y observar que su interpretación tiene más intensidad si la incorporamos al medio en el que está situada y significada.



        • Desde el fondo de la soledad y aún más de la desdicha, si es dado que una ventana se abra, se puede, asomándose a ella, ver, pues que andan lejos e intangibles, a los bienaventurados. Siendo los seres perfectamente dichosos solamente en la hondura desdicha se hacen presentes, se aparecen (María Zambrano).










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