9 de mayo de 2011

ALEJANDRO COLUNGA (1948) / VIVIENDO ENTRE ANFIBIOS


  • Si la obra sólo existe en la creatividad que es capaz de suscitar, el mejicano COLUNGA la provoca con nuestra complicidad, él sabiéndolo y aprovechándolo.


    • Y si el arte es lo que hace la vida más interesante que el arte (Robert Filliou), estas piezas, que colman imaginarios de insaciabilidad atrasada, resuenan como campanas virtuales enfundadas en fantasías festejadas.




      • Entre tanto sopor del concepto gana la alucinación que da aliento, acompaña, se entromete en la cama, revisa nuestros horizontes de desgana y no acaba sucumbiendo.



        • Sin enigmas no hay modos en los que plantear el hilo de un destino, la anunciación plástica de lo que está en el reino del origen llevando un sueño consigo.



      • No se puede dejar de pelear mientras se pintan los signos, las huellas de esa visión, sea o no quimera o anhelo, una vida en constante aparición.



      • Había una vez un hombre

      • con una cara muy seria;

      • hoy se ha mirado al espejo

      • y ha visto una cara nueva.

      • (Blas de Otero).









2 comentarios:

  1. Muy originales las obras. Me gustan. Tiende a ser infantiles, da la sensación de que lo que quieres señalarnos el autor que le gustan los juegos y los personajes infantiles. Vamos, que aun sigue siendo niño.
    La primera obra es una dama rolliza sumergida en el mar con sus fantasmas. Lleva paraguas ridículo. Más bien es una golosina que a los niños gusta mucho. Una especie de Mary Poppins anfibia, titánica, con diminuto paraguas.

    Se ve que el autor de la obras es un hombre alegre por como dibuja y pinta al hombre conejo paseándose en un triciclo. O tal vez su vida era/es abrumadora, de ahí que perdiera las dimensiones e hiciera cuerpo de gigante con cabeza diminuta.
    LA TERCERA OBRA ES MÁS SERIA. ALEJANDRO COLUMBA PINTA A UN HOMBRE EN ALTA MAR QUE DEJA ATRÁS EL FARO. TODO SU AFÁN ES QUE NO FALTE AGUA EN EL MAR, AUNQUE PARA ELLO TENGA QUE ABRIR LA FUENTE DE SU CORAZÓN. A LA VEZ LLUEVE Y SE PROTEGE CON UN DIMINUTO PARAGUAS.
    Podría ser que ALEJANDRO COLUNGA quisiera decirnos que el mar es una fuente inagotable de agua y riqueza si no la usurpamos en cantidades desorbitadas.
    La tercera obra es simpática. Una noche con sol por cabeza de un árbol de navidad. A la vez un árbol con piernas de bailarinas que simulan ser los tentáculos de un pulpo. Noche de regalos, fantasmas, alegría, papa Noel. Dentro de la alegría ALEJANDRO COLUNGA también nos dice que hay tristeza por la estatua sin brazo deambulando por la noche.
    Tal vez nada de lo que he escrito pensó el autor cuando procesó las obras.
    Saludos

    ResponderEliminar
  2. Desde mi opinión no las entiendo muy bien. Me parecen un poco tenebrosas e infantiles, supongo que los autores trataban de captar esto y el resultado desde luego está bien pero me transmiten sensaciones negativas.

    Por cierto, hablando de otra cosa he estado buscando por la web si habíais publicado algo sobre la convocatoria Arte y Vida de otras ediciones. Ahora tienen abierta la nueva convocatoria aqui http://budurl.com/h6u9 y queria saber si hay imagenes de la anterior

    ResponderEliminar