21 de febrero de 2011

BERNARD HEISIG (1925) / TURBAMULTA

  • ¿Cómo es eso de concentrar tantos desórdenes en tan pocos espacios? ¿Cómo es que esas presencias isócronas son tan delirantes pero verdaderas?
    • No sé si es suficiente responder que ha de tratarse de un enjuague polícromo que no escatima en manifestarse con la mayor agudeza y en dar forma a las claves de asonadas que ya se hacen sin clarín y corneta.

      • Se reivindica la antiproclama del siglo XX, el retorno del ángel de cabeza negra y no dejar que la superficie quede vacía ante tanto muerto con altavoz de ultratumba. Por consiguiente, para ser una ficción airada de personajes, situaciones, objetos y paisajes, la concreción plástica es una exacta fisonomía de tiempos, memorias y sensaciones pictóricas.

        • El alemán HEISIG, de la Escuela de Leipzig, ha levantado tránsitos desde el cielo hasta al infierno, desde la derrota o el fracaso al sufrimiento. Es un debe que no tiene haber o incluso viceversa. En definitiva, la suerte está echada y la clarividencia consiste en presentarla bajo la ofuscación y la internacional del desencanto.

      • Si nos sustraen todos los espejos,
      • aún nos queda la noche para vernos.
      • Confidentes nos traen de sus manos el alba
      • en forma de doncella.
      • (del poeta cubano Carlos Galindo Lena).






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