18 de octubre de 2010

BERND ZIMMER (1948) / VENTANAS SIN REGRESO

  • A pesar de la instrumentalización, mercantilización y banalidad del arte en estos tiempos, Aguilera Cerni insistía en que no podía morir, porque la experiencia estética es inseparable de los procesos perceptivos humanos y de la humana naturaleza.
    • Y tampoco la pintura puede extinguirse, porque siempre está abriendo puertas y corriendo cortinas, de cerrarlas ya se encargarán otros. Y si hablamos del alemán ZIMMER, son ventanas tan abiertas que la mirada se deposita en ellas sin desear volver.


      • ¿Que si se nota que es un artista interesado en la astronomía? Podría ser. Pero lo que pinta es una cosmovisión de luz y luminosidad que centellea, que forma una civilización de espacios engendrando esa claridad que necesitan, que conforma un espíritu abierto a la existencia bajo capas resplandecientes, indicio de una inteligencia que de formular hipótesis pasa a conformar realidades.


        • A partir de lo que el autor transfiere al observador el entorno cambia, adquiere otra sintonía y al final reaparece conforme a otra conjugación. Por la tanto, no es hora de cerrar los ojos sino de abrirlos rumbo a la invocación.









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