27 de septiembre de 2010

UMBERTO PEÑA (1937) / ¿QUIÉN ES EL EXTRAÑO?

  • Otro de los históricos de la plástica cubana, PEÑA, acomete un reciclaje de su hacer en una línea de enfurecimiento, violencia y desasosiego. Que le delaten afinidades con el pop es lo de menos, pues sus morfologías evitan banalidades y trivializaciones que son riesgos posibles.

    • Y tampoco hay que dar mayor relevancia a esas expresiones mordaces de lo obvio. Si trasciende la formación de una fisiología airada, de unos organismos que toman a la pintura como el mecanismo de su función testificadora, al mismo tiempo que su retrato feroz, es porque esas múltiples caras y cuerpos en perpetuo estado de gestación de formas y actitudes, de regeneración de lo ingerido, de coloración de lo digerido, van a la deriva hasta crear la conformación de un artificio listo para convocar interlocutores que aprecien su contextura.
      • No se puede aprehender la obra de este autor de no tratar de adentrarnos en ella, de devorar como lo hace ella, mordernos la lengua como si la representación de ese monstruo ya estuviese dentro y fuese parte nuestra, paseándose por la trama con la que estamos y vivimos día a día sin casi hacer noche.








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