El artista español Ágel Ferrant concebía a la misma velocidad que respiraba, no había forma de pararlo. Todo su trabajo se fundamentaba en el convencimiento de que el recorrido no admitía pausas y de que el método no aceptaba esperas.
Si James McNeill Whistler proclamó que "el límite del arte es infinito", nuestro escultor trataba de hacerlo realidad cada minuto con la creación de obras en las que el secreto de su origen era suyo, no había que buscarlo en otras fuentes. Por eso, las búsquedas eran inacabables e interminables y muchas veces con la insatisfacción de lo extraído, de lo hecho y hasta de lo deshecho.
Fue un precursor que vistió y arropó lo aéreo y volátil con sus propias formas, tejió lo imposible para hacer que mostrara su espíritu, que nos involucrara con las fintas y filigranas de su diálogo etéreo. Nosotros, como espectadores, antes estas sendas e hitos, viajamos, sentimos y pensamos. Que así sea siempre.
Amigo Humberto hoy no vuelan las gaviotas ni nos susurran las mujeres de piel sabrosa. Seguro que es por no haber dibujado tú un alba de sangre púrpura que amamante a tantos descarriados por estos derrumbes de sueños enterrados. Aunque es una deuda que no tendrás que pagar hasta que llegues a la sepultura y convides a ron.
Con respeto , accedo a este espacio de la mano del Maestro Ferrant , desde Latinoamérica , pregunto a quien escribió el epitafio de lo que es eterno , quien caray enterró mis sueños , espantó a mis gaviotas y no vió a Angel y a mí tomar ron en ese muy rojo amanecer anoche nomás ??? España , tienen toreros y toros todavía ? Escucho mucho plañir desde aquellos lugares .Animo !!Acaso el océano que nos separa es aún mayor y más profundo ? Un brindis por todos aunque recién desayuno .
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