La arriesgada carga cromática ha absorbido la precisión de peripecias y hazañas precedentes, ha dimensionado en destellos y resplandores unos episodios, y en otros ha dejado que su fecundidad se haya movido con el ritmo que necesitaba.
Obra exuberante y rica en sucesos que nos transporta sobre una marea plagada de imaginarios, de iluminaciones, de retablos en que se aposentan encarnaciones revestidas de falsa solemnidad, de una plasticidad que no para de morderse la cola.
- Te estás fumando la vida, amigo Humberto, le digo. Es que en este Malecón, me responde, los sudores maquillan la razón y los ojos lloviznan. Mejor callarse, le comento, hay ventanas con orejas y orejas con ventanas.
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