23 de febrero de 2015

NELSON VILLALOBOS (1956) / ME SALTO EL INTROITO


  •  Cuba siempre ha sido el escenario en el que apagar la sed visual de nuestras realidades más sacudidas por el viento de un nuevo aliento. O esas formidables energías de realidad, tan inexplicables como admirables. Porque el arte no sólo expresa la condición humana -tan viva y convulsiva en esta isla-, sino que tiene el deber de trascenderla.  


  •  Por eso, para el cubano VILLALOBOS, residente en España, representa mejor su tiempo, no con el aislamiento, sino a través del medio, el contexto, el país y el clima, las creencias, los idearios, hasta que se suma en el proceso creativo a partir del dolor o del gozo, de la remembranza o de la fuente de su misma biología.  


  •  En su obra, tan abierta y tan abarcadora, se definen múltiples aristas, innumerables investigaciones sobre métodos, conocimientos, construcciones e imaginarios. Quiere dejar huellas que sean  más consistentes cuanto más plasticidad consigan en su proyección hacia el ámbito de saber y emoción del espectador. Un pensamiento que traduce en visión todo lo que le afecta y le incumbe.  

Sólo las fieras olfatean el aire
ante el espeso olor que en todo dejas.
Tú pasas solitario porque el hombre
perdido está en ciudades de tiniebla.
(Carlos Bousoño)

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