- Hemos de empezar señalando que el arte de hoy, sin perder de vista su origen y evolución, excede cualquier modelo preexistente y va más allá de cualquier previsión, aunque en su propia relatividad también se presentan excepciones.
- Pero en esa proyección del yo sobre un objeto externo, de la que habla Theodor Lipps, y refiriéndonos a le obra del ruso ANTUFIEV, o lo que es igual, al goce de uno mismo en tal objeto sensible distinto de mí, pues no lo hay, sin embargo, porque tal icono nos revela una imagen de lo que serían fetos disecados y espantosos -nada gozosos- hace miles de años.
- Y como afirma George Simmel, cuanto más plena y brillante es la vida, más estrecha resulta su conexión con la muerte. Además, tenemos el consuelo en que si hay un artista como éste coetáneo a nuestra terminación, podría incluso tener el éxito de que elija el nuestro y se lo adquiriese un museo.
Muero porque no sé si la forma percibe la claridad del sol, o si el fondo del mar puede encontrarse en un anillo.
(Vicente Aleixandre)
- Es sabido que también a los símbolos se les puede dar la vuelta en su significado, de tal manera que muestren lo que era su reverso, profeticen en forma de salmos de carnes y osamentas y provoquen huidas de luces.
- La iconografía creada por el argentino LUCADAMO no es el fin de los siglos, quizás más bien su principio. Su pintura, no es que sea iconoclasta, es que es demasiado pura para digerirla en un solo trago. Y su belleza reside en el acercamiento a un misterio que desde el medievo está presente.
- En definitiva, si se entiende como arte el traer contemplaciones a reflexión, no puede pretenderse la supresión de su carácter simbólico. El artista, en este caso, hasta quiere infiltrarse en él.
Húmedos pinceles tocan
las superficies, se mueven
ágiles, brillantes, tersos
brotan a flor los relieves.
(Vicente Aleixandre)
- No sé cuál es la referencia artística de Cassou para afirmar que toda actividad espiritual, cuando se retira hacía sí misma y hacia su propia definición, pierde la capacidad de comunicación y produce obras difíciles y carentes de atractivo.
- En la inglesa MADGWICK ese retraimiento, esa atmósfera de soledad en campos abiertos, esas construcciones intemporales retiradas y abandonadas, como anacoretas penitentes por causa de un pasado que no pueden olvidar, nos llegan en una plena comunicación de misterio y desolación.
- Una pintura evocadora y al mismo tiempo portadora de una significación basada en los lugares donde ha transcurrido la leyenda, donde se depositan plásticamente unas vivencias y unos símbolos que la dotan de un imaginario que nunca deja de aludirnos.
De tu almohada, la gracia y el hueco.
Y el calor de tus ojos, ajenos.
Y la luz de tus pechos
secretos.
(Vicente Aleixandre)
- Wright decía que la forma como expresión de la estructura es mero dogma. La última verdad y la última ordenación están en la síntesis, es decir, en la determinación de la fusión de forma y función en un todo.
- El madrileño ORTÉS, en esa conformación dibujística tan singularmente acabada, nos introduce en un universo que delata una percepción aparentemente exterior para hacerla suya, meditarla e imaginarla, y volver a depositarla conforme a una función que la haga visible.
- Desde una sensación de extrañeza inicial se busca la familiaridad, el acompañamiento, la revelación y apreciación de unas singladuras plásticas empeñadas en situarnos en las mismas gravitaciones en que ellas se encuentran. Y lo consiguen.
La vida es un viaje experimental hecho involuntariamente.
(Fernando Pessoa)
- Parece que estamos ante esos complicados personajes de los que habla Arnold Gehlen, que se encuentran frente a una difícil realización de la transposición autorreflexiva y la reelaboración de sus experiencias en hallazgos plásticos.
- Sus obras están dentro y fuera al mismo tiempo, creando la expresión de lo exterior como lugar lugar de sucesos enigmáticos, y la expresión de lo interior como núcleo desde el que podemos rastrear sus orígenes o inicios.
- Todo ello dentro de un marco confuso, medio destruido, polvoriento, imposible para habitar, pero perfectamente construido por el eslovaco MRAZ, que entrecruza percepciones y pensamientos, formas y colores de lo que no sirve para vivir.
Ser lúcido es indisponerse con uno mismo.
(Fernando Pessoa)
- Al chino ZHENWU no le gusta ni un pelo lo que ve, no le atraen nada esos habitantes de una sociedad que les tiene fosilizados, la carne resquebrajada, con una sangre de hierro y unas prendas de urgencias.
- Los colores de sus obras lo dejan muy claro, los cuerpos todavía más, y si al principio tienen formas, después los va despellejando y transfigurándolos, conformándoles como despojos, y para su sorpresa, ahora es cuando alcanzan una plasticidad abrumadora.
- Por lo tanto, estamos ante una iconografía cruel, rocosa, enfundada en las capas de una conciencia de tan alta materialidad pictórica como pasmosa incursión en los avatares de una humanidad en vías de derrumbe.
Y especialmente debemos evitar la invasión de nuestra personalidad por los demás.
(Fernando Pessoa)
- Los espacios son infinitamente grandes, y aunque sea imposible sondearlos todos, la memoria se hace con algunos de ellos y el pensamiento los conduce al sentimiento (Henri Martineau). Los configura entonces como un amanecer visionario.
- Se les pueden llamar levitaciones y no sonaría extraño, pues son pátinas cromáticas suspendidas que están en perpetua relación recíproca entre sí y con el artista, el italiano LANZILLOTA, en una estratosfera que los induce a contárselo todo unos a otros.
- Por eso, las obras son meditaciones plásticas que después de agotar su enclaustramiento salen a la luz, resplandecen, si bien esa neblina no deja de asomarse para que el vértigo de la representación la haga mantenerse limpia de impurezas
Nada es, sino que coexiste: tal vez así sea cierto.
(Fernando Pessoa)