- Somos piel, carne y sangre, pero no nos lo creemos, quizás porque la revelación ha llegado demasiado tarde y no la esperábamos. El pensamiento del austríaco HELNWEIN, pintor, fotógrafo, autor de perfomances, es ingobernable por su propia pulsión y fantástica anarquía.
- Y para los pecadores es el mejor púlpito que se asoma a sus venas, lo cual comportas mil virtudes estéticas y sólo una maldición. Nos obliga a ver el grito, a mirar la sangre y a conocer el miedo y la angustia.
- A la naturaleza humana le quedan pocas vías de escape, sin embargo, él nos niega todas, porque su creatividad digiere de la vida lo más auténtico, escupe a lo falso y únicamente plantea lo inhóspito. Veremos cómo resulta esta operación a manos libres y desafectas.
(George Herbert Mead)