- Los colores nos traen la luz más radiante, el sueño más irredento, la melodía más salvaje, la isla más incierta, el despertar más equívoco, la belleza más abominable, el amanecer más ciego, la duda más perfecta y el vivir más abierto.
- Los cantos cromáticos, según el cubano ÁVILA, no necesitan partitura, suenan y explotan solos, sin ayuda, al compás del ritmo caótico de un territorio indomable, flirteando con el mar, la lluvia y la agonía. Lo que divisan lo absorben, lo que atormenta seguirán custodiándolo y con lo que no pueden lo hacen visivo.
- La permanencia de su tejido multicolor estará asegurada y ellos emprenderán desde esa superficie que les soporta otra aventura y otro tiempo para celebrar encuentros, citas y hallazgos. Sólo morirán cuando la luz se apague y entierre su energía.
UN ÁNGEL PASÓ POR BROOKLIN
A los dos días fue detenido, y llevado a disposición del juez. Se trataba de un traficante de marihuana. (Leopoldo María Panero).
- Es verdaderamente sintomático como la pintura cubana se alimenta y nutre a sí misma, como no se pierde de vista en lo que concierne a su aparición bajo unas circunstancias tan determinantes de una estructura socio-económica y política tan duras y reacias.
- Entonces la fantasía surge, retrata lo que hay de revolución e involución utilizando una imaginería de amplio fuelle, de marcado signo fantástico y quimérico, en donde la pregunta sigue latente en una plástica que se despliega en murales, cuadros, ilustraciones y paredes.
- Dentro del cubano GUZMÁN existe ese territorio imaginativo, modernista, de cuento hallado entre una libertad aprisionada que lo daba por perdido, y él lo recupera para que siga su curso, retome su lenguaje y ampare el destino de una isla a la que no se le da la vuelta, en todo caso la revuelta.
- Sostuvo una conversación de media hora con una oruga y al salir a la calle se encontró en le país de las casas de chocolate. (Leopoldo María Panero)
La escultura es dar dimensión a un hallazgo que se dibujaba entre la razón y el sueño. Dar con el material sensible que puede hacerla posible, es más, que sea el único en que sea ella misma con todas sus propiedades intrínsecas.
Las piezas de la madrileña MUÑOZ son como piruetas delicadas, aéreas, que se van haciendo a sí mismas entre el movimiento, el espacio y la sensación de no terminarse nunca. Mientras se construyen gracias a la artista, generan nuevos ámbitos, los suyos, dentro de los que estar en una nueva fase temporal y física. Sólo hay que dejarse llevar.
Es importante también contemplar sus reflejos, sus entrelazamientos, porque son cuerpos con sus miembros, su disposición volumétrica, que encajan en sus simetrías, en sus formas de organizar su presencia y existencia. Nutren otro lenguaje y además saben comunicarlo.
Las Damas de la Caridad se dedicaban a enjaular ruiseñores, para que dejaran de cantar, y una muerte lenta, y así hacerse collares con sus pequeños huesos brillantes.
(Leopoldo María Panero)
- No nos fijamos en lo pequeños que somos en todos los aspectos, no nos percatamos de lo autómatas que nos han hecho ser, de las soledades y hecatombes de las que somos víctimas y verdugos. Apenas podemos sacar nuestra insignificante y horrorosa cabeza de la superficie.
- CORDAL, como buen gallego, sabe lo que son cruzar ciertos límites y celebrar determinadas agonías metafóricas. Vemos y no creemos. Pensamos que es un juego y en cierta forma así puede ser. Pero no, de serlo es letal a pesar de que intentemos explicarlo como fantasmagórico y alucinante.
- También es posible que a estos hombrecillos los consideremos, dentro de esos espacios tan cuidadosamente elegidos como un reto a la realidad, como una provocación al espectador, que en parte lo es, sin pararnos a pensar que además de su plástica tan bien enhebrad, hay una fuerza consustancial de lo que nos constituye y con la fabricamos nuestro destino.
Cómo duele en la sombre desear cuerpos muertos.
(Leopoldo María Panero)
- El español QUETGLAS se reinventa a sí mismo desde su gran penetración en todos los territorios de la pintura. Se advierte su plena adecuación a esas imaginerías talladas en unas gamas cromáticas recias, de claras reminiscencias y que configuran una suerte de fatalidad y júbilo.
- Desde los cruces estilísticos que se perciben hay una notas identificatorias que son propias y denotan una fuerte pasión plástica que le imprime crudeza o armonía a sus figuraciones, que se concentran en cuerpos y escenas, desde las dramáticas hasta las pastoriles.
- Recreaciones y no apropiaciones en el presente. Miradas hacia el pasado que tienen su lugar en el hoy y en el ahora. Es como volver a pintar desde la propia conciencia del acto en sí, en lo que atesora de sabiduría y conocimiento, en lo que es único bajo la biología del tiempo.
-¿Mas el arte?...
-Es un puro juego,
que es igual a pura vida,
que es igual a puro fuego.
Veréis el ascua encendida.
(Antonio Machado)
- La fantasía a costa de lo humano y lo animal no tiene límites en arte, hace su función con nobleza e intensidad e inopinadamente con grandes resultados, aunque fondo y forma aglutinen lo grotesco, lo extravagante, lo caricaturesco y lo burlesco.
- Con la obra del alemán SCHEIB llegamos a esos límites, que cada día son menos excepcionales y más ortodoxos dentro de esta liturgia estética, y nos felicitamos por ese regodeo único y exponente de un juego de referencias del pasado, del presente y hasta del futuro. Sus esculturas, finalmente, tienen su consagración de autenticidad y universalidad.
- Su manera de extraerlas de la madera, tallarlas, modelarlas, moldearlas, componerlas, configurarlas, cabalga sobre la misma dinámica de un relato fantástico, de una ficción quimérica, cuyo término no nos importa si la continuación está asegurada y pervive en la zona de nuestra imaginación que más necesidad tiene de convertir en un ensueño todo lo que ve.
Se miente más de la cuenta
por falta fantasía:
también la verdad se inventa.
(Antonio Machado)
- Siempre procuramos evitar las refracciones que no nos constan, son mendigos que se acercan y nos ofrecen una visión que se aleja de ese ser típico y tópico, uniformado, consumidor y leve que somos y que como tal nos amamos. ¿O no es así? ¿O escondemos el horror para que no se contemple y después se estime como una fuente de discordia y enfrentamiento?
- La alemana BARFUSS no nos decepciona si ansiamos observar en su obra el juego metafórico de una figuración que no se arredra a la hora de plantear el secreto de una lógica que no es más que esa plástica rutilante en su deformidad, y que de ahondar en ella habrá que servirse de otras certezas.
- Certezas que a lo mejor no son tales, sino los fuegos apagados con vísceras y órganos, incendios cuya expresión queda convertida en ensayos de una plástica fatal y sin opciones de darnos otra oportunidad para la enmienda y la contrición.
Ya maduró un nuevo cero
que tendrá su devoción:
un ente de acción tan huero
como un ente de razón.
(Antonio Machado).