- Diderot decía que el dibujo da forma a los seres, pero es el color el que les da vida. Goethe añadía que el color es el sufrimiento de la luz.
- Y Charles Blanc sostenía que el dibujo es el sexo masculino del arte, y el color el sexo femenino.
- No obstante, es el conjunto el que posee significación a través de sucesivas metamorfosis y mutaciones, como muy bien lo hizo valer el español ECHAUZ, recientemente fallecido.
- Fabricó una geometría del color que fue su territorio y su consolidación, una temática exploradora que se hizo presagio y conjetura. Las formas adquirieron, en su obra, un sentido matriz, el cual hizo de síntesis de niveles diferentes, que en continuos recorridos conjuraba realidades internas, cargadas de plasticidad y equilibrio.
- Hay intersecciones, cruces, contrastes que envuelven, que semejan entes mecánicos que no son, que anuncian un modo de crear entre lineamientos camuflados, causantes de perspectivas espaciales y regeneradoras. Es una amplitud que va hacia otras extensiones y descansa en ellas.
Y he visto:
- que la cuna del hombre la mecen con cuentos....
- Que los gritos de angustia del hombre los ahogan con cuentos.....
- Que el llanto del hombre lo taponan con cuentos......
- Que los huesos del hombre los entierran con cuentos.
- Y que el miedo del hombre.....
- Ha inventado todos los cuentos.
- (León Felipe).
- Un mundo que ata al propio hombre, hace que sea un falsificador, una víctima de su locura que al final se desconsuela en la indagación de esa sinrazón.
- Para el sudafricano KENTRIDGE los paradigmas acompañan mucho cuando van de visita, pero poco si tienen que alumbrar un imaginario acostado con espinosas circunstancias vitales y artísticas.
- Él se ha decantado por confesar sus pesadumbres con esas imaginerías que expresan dolor, angustia, amenaza y una resurrección escultórica de una geografía alada.
- Lo inquietante es que su obra no pierde, a pesar de todo, su carácter de filigrana fantástica, entre lo incitador poético y su abismo, pues se basa en la hondura del esquema propuesto y el entorchado de su dibujo, que cala en negruras danzarinas, bélicas, enardecedoras.
No podemos dejar de admirarla y observar que su interpretación tiene más intensidad si la incorporamos al medio en el que está situada y significada.
- Desde el fondo de la soledad y aún más de la desdicha, si es dado que una ventana se abra, se puede, asomándose a ella, ver, pues que andan lejos e intangibles, a los bienaventurados. Siendo los seres perfectamente dichosos solamente en la hondura desdicha se hacen presentes, se aparecen (María Zambrano).
- El santanderino MACAYA acaba de exponer en la galería Jorge Alcolea de Madrid. Y su exposición nos adentra en el interior plástico que hay afuera.
- Diríamos que el trasunto nos ha salido rana, pues respira, habla y se sostiene por sí mismo. Es más, es un fenómenos que nos confronta, un sosias de él como centro, inicio y fin de un evento pictórico que tiene un modo de dimensión velada, de encuentro de encrucijadas visuales en la usurpación de otras realidades.
Este artista camina haciendo vivir a las sombras, meditar a los ojos y resurgir a las miradas. Tiene legitimidad y certezas cromáticas seguras, verdades que despiertan el viejo fondo sensual del hombre (Matisse), la silenciosa presencia del arte sin tiempo, y personajes-signos que demuestran su capacidad imaginativa, esa mágica soga de siempre.
Todo lo que se pesa, todo lo que se compra,
- todo lo que se mide y que se cuenta
- lo habéis defendido como perros
- y todo se ha salvado.....¡todo!....pero habéis asesinado los sueños
- ¿oísteis?
- ¡HABÉIS ASESINADO LOS SUEÑOS!
- (León Felipe).
- El abismo de una duda, la ansiedad del caos, la confusión figurada para expresar la confusión expresa y así una mayor autenticidad.
- El círculo humano de lo plástico se va cerrando en esas caras, en esos cuerpos que no tienen historia, únicamente una inmovilidad en la mueca, en el pensamiento visual, en la contracción presente y en la dicha o desdicha futuras.
- No hay que entender al italiano GUIDA sino contemplar la materialización desde la que ejecuta y desarrolla, desde la que conforma la introspección de un semblante o una escena.
- El espectador ya no necesita declaraciones ni testimonios, sólo una iconografía de señales inequívocas, en las que la pintura transpone la marca esencial, el nexo que desenrolla el metafórico círculo que necesita abrirse para desentrañar la formulación artística de tiempo y destino.
Fijémonos bien y sirvamos a ese descorrer de la suerte, que no quisiéramos que se fuese sin una versión entre tantas deudas y dudas pendientes con nuestro entorno y con lo que resta cada día de serlo.
- Se va del salmo al llanto,
- del llanto al grito,
- del grito al veneno....
- ¡Arre! ¡Arre!
- ¡Y se gana la luz desde el infierno!
- (León Felipe).
- El viejo fondo que cubre todo de sospechas sigue despierto, esparce sus renglones por el aire y quedan grabados como espejos.
- Ese fondo es el que el suizo DISLER maneja y manipula. Nunca ha tenido que recurrir al disimulo, y de haber una simulación que sea airada, ha de ser perfecta hasta que la cuerda sea ya una cadena rota y desairada.
- Lo espontáneo y el gesto quedan fusilados bajo la duda plástica y me remito a J.F. Yvars en lo de que el arte es un despliegue original de formas equívocas que van perfilando las imágenes y nos obligan a corregir nuestra percepción convencional de las cosas.
Sí, es cierto, este artista, como tantos otros, no pinta una oración para musitar en el desierto que obre como un solo de silencio, y además nos ofrece de acompañante un doncel hermoso que sea luz y conmiseración del universal destino. Si pedimos más, tendremos que hacer cola.
Vomité tragando vida,
- hice un sobreseimiento con laude,
- miré rompiendo claridades, vi que lo siguiente era existencial.
- Más es polvo un idilio en los seres,
- licuar mi sangre en el trabajo,
- darme estimulante,
- y mi sustento, política de creencia.
- No talaré el palo largo,
- la independencia matriz primordial,
- el aura de toques despejando la frente,
- sudor de un tiempo y frescura de un instante.
- (José Álvarez Vélez).
- Establecer nuevas pautas visuales, abarcar dominios que la tecnología ha permitido diseñar y crear, son condiciones de un arte que no puede ignorar el pasado pero que sabe que su tesis es el futuro.
- Bien es cierto que tales mecanismos nos devuelven realidades irreales, flotantes, fantasmagóricas, lo que no por eso queda invalidada su determinación de incorporar sensaciones múltiples.
- Que se trate de una innovadora iconografía no es excusa para esconder la mirada o esquivar su fuente de energía, su caleidoscopio de configuración de posiciones que amamantan espacios en los que tiene lugar la visión mínima en su acción y máxima en su representación de un suceso.
- Dentro de esa dramaturgia de silencios poblados, las imágenes conciertan una envoltura de texturas insospechadas por su naturaleza intangible, pero también capaz de emitir una vibración que sonoriza las miradas, que las enlaza con el fondo virtual de su propia trascendencia.
- ¡Eh, Muerte.........escucha!
- Yo soy el último que habla:
- el miedo y la ceguera de los hombres
- han llenado de viento tu cráneo,
- han henchido de orgullo tus huesos
- y hasta el trono de un dios te han levantado.
- (León Felipe).
- La italiana BEECROFT busca sin medida una perturbación que acaba en cosificación; y si va al encuentro de contrastres repite en cosificación; y si incordia y desnuda ya la cosificación se remata en forma de retina.
- Los desfiles y posados esquivan posiciones formales, mientras que la alineación adquiere visos de ver, no tocar, dejar conceptos armados y perpetuar la sorpresa de los que no son allegados.
- Fusión de sangre y negritud, imperio estético de muertes anunciadas, la raza como balcón de la moda o la esclavitud, el cuerpo vivo o en éxtasis de levitantes tocados por la mano de un hacedor vestido con la virtud de lo perfecto.
- En la conformación dramática la artista se desmide y planta sus reales, pues de reflejar lo roto se trata, lo que hacemos pedazos en una vida derrotada.
- Vigía de la alienación nuestra de cada día, quiere transmitirnos esas sombras que forman la duda de lo que vemos y no trascendemos. Pero con sus escenas no conseguimos saber si eso es lo que deberíamos mirar y creer.
- Estoy aquí otra vez
- para subrayar con mi sangre
- la tragedia del mundo,
- el dolor de la tierra,
- para gritar con mi carne:
- ese dolor es mío también.
- (León Felipe).