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16 de diciembre de 2010

ANTONI TÀPIES (1923) / L´ESCARNIDOR DE DIADEMES

  • Hoy estamos ante la obra de uno de los considerados exponentes más importantes del informalismo, tanto en el plano nacional como en el internacional: TÀPIES. Obra ante la que se requiere recuperar la verdadera sensibilidad, no esa emprobecida por un arte degradado y narcótico, producto del divorcio existente entre el arte artístico y su función social (Aguilera Cerni). Aunque para otros, más radicales, ya ha sido destruida por los medios gigantescos de deformación de masas. Quizás es que la realidad se trivializa demasiado en el tiempo, mientras que la eternidad (inútil y fértil búsqueda) sigue estando más oculta.
    • Por eso, a propósito de la misma, Francesc Vicens dice que el arte es el único medio que permite retener, fijar la emoción de la experiencia intensamente vivida, esa experiencia que el hombre (alienado ?) -dolorosamente habituado a todas aquellas que le parecen desprovistas de contenido- sólo alcanza excepcionalmente. También sobre eso habló el italiano Valsecchi y manifestó que la esencia más profunda del arte deriva de nuestra necesidad humana de testimoniar, de afirmar una verdad no pasajera, esto es, de crear una armonía a la que los hombres aspiran siempre para dar quietud al confuso caos del vivir cotidiano.

      • ¿Y si además nos hace ver el mundo como algo nuevo, llenos de sorpresas y de misterios? ¿Un universo de una lucidez profunda? ¿Será gracias a que esas superficies matéricas han sido humanizadas y transformadas por la presencia del hombre, por su acción?


        • Concluye Vicens que la emotividad de los objetos marcados por la vida, el dramatismo de esta materia penetrada por la huella del hombre, nos conduce a considerar toda la obra de TÀPIES como una permanente reflexión sobre la condición humana. Y debo añadir que tal fenómeno se produce en su dimensión más estética, en un nuevo nivel de abstracción, que fascina y amplía el ámbito de la conciencia.



          • ¿Y qué marcan esas cruces? Una conjunción de contrarios, escribe Cirlot: lo positivo (vertical) y lo negativo (horizontal); lo superior y lo inferior, la vida y la muerte. En sentido ideal y simbólico, estar crucificado es vivir la esencia del antagonismo base que constituye la existencia, su dolor agónico, su cruce de posibilidades e imposibilidades, de construcción y destrucción.





14 de diciembre de 2010

JAVIER VILATÓ (1921-200) / EL ROBO DE LAS DONCELLAS

  • El proceso plástico es fruto de una mediación que el artista busca desesperadamente. Y si lo hace con la ironía de un enemigo que pone rumbo al perdón, más fértil será la fortuna de hallar y derramar.
    • Convidar a la suerte parece claro para algunos, para otros, como para el español VILATÓ, es el silogismo de la luz (poeta de la luz le llamó Claude Roy) el que habita su espacio interior pictórico poblado de doncellas que juegan a ser vestales de los templos del arte del siglo XX.

      • Sobrino de Picasso, al igual que su hermano J.Fin, durante los tres meses sin luz, agua y teléfono en Alicante ( es un decir), suspendía del aire las formas para que fuesen adquiriendo las nomenclaturas precisas de un ensueño. Repasaba sus siluetas con dardos jocosos y enamorados, suscitaba pasiones en ellas que determinaban confluencias estilísticas de visiones y romances, canalizaba el ardor en la consecución de representaciones de deseo ileso.


        • Bien es verdad que la descripción de las obras siempre sobra, ya que es un referente ambiguo, y en este caso más, porque las llevamos bailando en la mirada conjugándolas con fantasías remotas y/o con significados inmediatos.




11 de diciembre de 2010

AURELIO TENO (1927) / ESOS CUERPOS NO SE ESCAPAN

  • De lo que se trata es de atrapar lo zoomorfo y lo humano para que la naturaleza plástica de lo histórico concreto siga proporcionando claves de observación y entendimiento.
    • Lo que se procura es disponer de las técnicas estilísticas apropiadas a ese fin, que es el destino expuesto de la forma bajo la realidad temporal que se impone al artista.

      • Por eso, hay que entrar en conflicto con el rumbo de lo que uno se propone, manipularlo con la ceniza del cigarrillo colgando, tardar en asumirlo, esperar que el óxido o el barniz lo transforme y viva, no encontrarle el escenario propio ni dentro ni fuera, y así hasta la reconciliación final, no por prevista menos deseada, y la pasión, que ya es definitiva.


        • Luego, será esa misma pasión la que resurja al mirar contemplando, observando. Al fin y al cabo TENO, experto en fisonomías quijotescas, es capaz de conjugar los distintos cuencos en los que se depositan las fuerzas centrífugas de la creación y sentar las bases de una visión impactante que establezca ese ideario explorador de la materia.




          • Su figuración escultórica no sugiere ni orienta, carece de ese tipo de ingenio, no van por ahí sus propósitos ni intenciones, creo que, al contrario, ha barruntado la potencia de una lado más allá de lo perceptible, le ha buscado la génesis de su furia y la de la forma en que se transmite. Y así está, con un reposos aparente, sin dejar de ostentar la amenaza y el brío de una motivación anhelante.





9 de diciembre de 2010

FERNANDO SAÉZ (1921) / RADIOGRAFIAR AL ESPECTRO



  • La autocrítica frecuentemente ha de imponerte sanciones cuando tu incapacidad te conduce a una fraseología hueca que distorsiona la integridad expresiva de la obra.
  • Y, sin embargo, con el cántabro SAÉZ no puede ocurrir esto mismo por la razón de que el valor absoluto de la forma y del color, que diría Hans Purrmann, nos hace percibir la tensión que se palpa en esa intensa y degradada coloración figurativa y abstracta, cuyos tintes están íntima y simultáneamente soldados a un proyecto de rescate y sombras.

    • Las texturas y tramas están como cinceladas, tal que signos de refugios que sirven como sucesores estéticos de las sensibilidades e iconografías de otras épocas, y que ahora devienen retratos de tiempos de hoy, que son de amargura y depresión, y que en sus magmas viscerales conservan desventuras de misceláneas desenfrenadas.


      • De no contemplarlas con mesura, lo táctil nos desborda; si persistimos, el agobio deja paso a una interiorización pictórica que abunda en elementos determinadores de la iluminación tangible de un quehacer que no oculta su acción.



        • Por tanto, descubre en la esencia del desgarro, en la de la ruptura de la imagen, la firma de un dramatismo nunca aplacado, pues de eso se ha tratado, de no restar desventura al espíritu de una concreción plástica de profunda expresividad.





7 de diciembre de 2010

JUAN ANTONIO RODA (1921-2003) / BORDEANDO ABISMOS

  • ¿Qué esperamos ante un universo grabado de autopsias de monjas en delirio, de desconocidos fichados, de amaperros amputados, etc?

  • ¿Qué es lo que configura la estructura y significado de estas obras? RODA, el español nacionalizado colombiano, ha sido muy escrupuloso en sentar una verdad completa sobre la pátina tenebrosa que se extiende plástica, ideológica y poéticamente sobre ellas.
  • Por eso nunca podré entender esta declaración de Leo Kofler, cuando asegura que el arte moderno, pseudocrítico y por tanto acomodado en sus últimos efectos al mundo burgués, desemboca en el nihilismo capitalista tardío que transforma ontológicamente el ser en una nada eterna.

    • En este caso, y sin ir más lejos, no podemos hablar de una nada sino de una visión que si no se confunde en su principio, sí tiene un final. El de una catarsis que abraza sufrimiento, éxtasis, terror, identidad, muerte y silencio. Constancia telúrica de lo que queda y se plasma si el artista ha bailado en los bordes del abismo, no ha perdido detalle de su alucinación y destino, de lo que ha vivido y lo que ha visto y soñado.


      • Somos memoria y dolor de lo que observamos. Y al dar cuenta de ello, el autor se inviste de una magia de virtuoso, cuyo narcisismo castiga una y otra vez, para no olvidar nada hasta llegar a la misma nada, paraíso encubierto de pintura derrotada pero aún inconquistada.









4 de diciembre de 2010

JESÚS DE PERCEVAL (1915-1985) / SOY INDALIANO

  • El inspirador del movimiento indaliano almeriense era por encima de todo una fusión de las corrientes imperantes con lo mediterráneo, su cultura, su historia, su arte milenario. Asimiló esos cánones y desde ellos salió a cultivar lienzos, a pigmentar telas tales que cuerpos de luz de vírgenes bañadas y emergidas.
    • Ahí, quizás, residieron sus exploradas limitaciones, buscadas y conseguidas, refrendadas por una conjugación cromática que festejaba los clamores del alba. Se nutría de genes predispuestos, fáciles de hallar pero difíciles de fecundar si no se disponía del instrumental pictórico preciso.

      • De vez en cuando agarraba otro enfoque para sembrar el motivo, sin esperar que creciese, no hacía falta, únicamente era asomarse y allí estaba, aguardando, paciente, el hecho, que podía ser una huida, un incendio picassiano o un carnaval.



        • Fue un artista incansable que parecía que siempre hacía lo mismo y después resultaba que nada era igual, que cada momento plástico era único, que respiraba abierto en sí mismo. Alguien podría decir que sólo nos dejó conocer el lado amable de una tierra olvidada. Mas podría ser que no, que debajo del candil también hubiese sombras.



30 de noviembre de 2010

JAUME MUXART (1922) / NADIE TIENE QUE DECIRME DONDE DEBO ESTAR

  • Contemplando la obra del catalán MUXART me cuesta creer lo que muchos afirman respecto a que el arte sólo interesa a los que lo crean, a los que obtienen beneficio de él, a los que lo coleccionan y a los que lo estudian y analizan.
    • No considero que sea cierto porque si bien la eternidad se oculta, el tiempo se manifiesta. Y el arte es tiempo, también eternidad, por eso no se puede negar que funciona como un genuino avatar existencial. Lo que supone que tal y como percibimos estas piezas, no podemos negarle la transmisión de un cúmulo de ansiedades entre nosotros, espectadores, y ellas, pues encontramos en su interior una referencia expresa a microcosmos desvelados.

      • No importa que sean consecuencia de síntesis ya ensayadas y probadas, en absoluto; ni que tienda a confesiones de estilos predeterminados. El autor alza todo un compendio que no se deja reducir ni limitar. Trata de sobrepasar lo inacabado y situarse en un desequilibrio gozoso.


        • Ahora bien, trallazos visuales de la angustia y la muerte aparecen como fantasmas indoloros que connotan y definen toda actividad artística, reflejo de encuentros y desencuentros con el ser y la nada, con la búsqueda y el vacío.




UMBRALES INCIERTOS