- El chino SHAOBIN los ha visto y no ha podido borrar de su memoria sus rostros, su fealdad y monstruosidad moral y hasta física. Y nos pide que la lectura que hagamos de estos retratos sea un ejercicio activo y no pasivo.
- Su hacer es meticuloso, entre claros y sombras que reflejan unas facciones grotescas, y además con una poderosa capacidad plástica que permite una visión más aguda, más penetrante.
- Aunque los orígenes de su trabajo sean marcadamente orientales, no por ello dejan de tener asociaciones y vinculaciones pictóricas con los occidentales, con la concepción y enfoque de un marco visual que nos acerca actualmente en sus propuestas e idearios.
es tan bello
que no puede mentir;
comemos de su luz nuestro pan de verdad.
(Tomás Segovia)
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