- Grabador, pintor y escultor, parece como si el ruso NEIZVESTNY fuese poseedor de un imaginario, además de muy enclavado en las raíces, historia y cultura de su tierra rusa, en una concepción del hombre como potencia de un cosmos hecho a su medida.
- Los rasgos estilísticos de su obra se vinculan con el dominio, con la fuerza, con la potestad y la hegemonía. Se palpa la materia como una fortaleza del tiempo, como una era a punto de entrar en el laberinto de una crónica nunca contada.
- No hay humanidad en sus trabajos, sólo grandes criaturas hechas del fuego divino y pagano, cuya existencia configure el marco de un universo fantástico, quimérico y que únicamente pudiese ser posible en la realidad de la materia que ha conformado.
Hay noches
en la que se nos hace
demasiado pronto.
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