- Los colores retornan a las sombras, porque sombras son las que desprenden los seres que están en el interior de ellas. Vuelve el escenario oscuro con su tragedia de desamparos y soledades, cautivos y marginados.
- En esta obra del rumano MATHE la unidad y coherencia de la configuración nos ofrece la huella de la tradición con signos plásticos del presente, dado que la determinación alegórica es una maldición permanente.
- Estos reencuentros con una hechuras pictóricas que creíamos superadas, no constituyen carencias sincrónicas si su penetración nos conmociona y entraña una visión que todavía tiene su razón de ser si es una invocación de autenticidad.
No hay embrujo tan grande como el placer
de revolcarnos en el lodo:
tú la hechicera, yo el cerdo.
(José Emilio Pacheco)
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