17 de octubre de 2016

JOSÉ BEDIA (1959) / SÓLO QUIERO QUE ME SALVEN MIS PINTURAS

  •  ¿Son pinturas de ultratumba? Lo cierto es que arrasan al verlas si uno se las queda mirando. Más que de romper o destruir, se trata de devolver a la pintura a sus elementos originarios y esenciales. El negro prevalece y marca el ámbito de lo que sale de la sombra, de lo que devora detrás y delante de ella.    
  •  La obra del cubano BEDIA, actualmente en la galería Pop/Arte de Madrid, constituye todo un legado de imaginación y experiencia creadora. Su pathos nos envuelve en el misterio, en un misterio animista, panteísta, que retumba como un trueno con el fin de convocar a dioses y hombres.
  •  Asombro y silencio. Pues las verborragias, de las que son amigas las críticas porque les encanta el sonido de sus propias palabras, ante este trabajo son inútiles. ¿Quién puede descifrar la abundancia de signos, emblemas, significados, figuras, formas, su interrelación e interconexión, sus símbolos, la crueldad de su pureza, el enigma de su plasmación?   
  •  La realización de tal imaginería es poder y afirmación del pasado y del presente, de la tierra y su drama, de la vida y de la muerte, de un mensaje que nos llega como el pulso abrumador de la condición pictórica, como el discurso de un arte fiel a su origen y a su destino. 

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