- Se habla en estos tiempos de castas aisladas de artistas, de yuxtaposiciones de pequeños núcleos, cada uno de los cuales llega a tener sus fórmulas, su ideología y su hermetismo propio. Lo que tampoco es nada nuevo. Ni tampoco el hecho frecuente de que se confunda el espíritu de lo nuevo con el gusto por lo nuevo.
- Por consiguiente, estamos ante un abuso de las fórmulas y el hermetismo técnico hasta el gusto por la actualidad y la historicidad. Y desde una tendencia hacia lo irracional y lo original hasta un exceso de intelectualismo y racionalidad. La verdad es que así queda enmarcado todo el espectro artístico desde hace mucho años.
- El caso es que el francés de origen argelino ATTIA es así de expresivo y contundente: religión, ciencia, subdesarrollo, violencia. Con esta imaginería el espectador ya puede armar su discurso y aprehenderlo en base a esta obra, pues ya tiene vocabulario suficiente para no extraviarse.
Piedra perdida, hundida, vivos, muertos.
España entera duerme ya su historia.
Los campos tristes y los cielos yertos.
(Carlos Bousoño)
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