- Es una figuración singular que nos desborda por todos los lados. El caos está asegurado y la pintura lo refleja con una exactitud pasmosa. El hecho de que el artista, TELTING, sea antillano es una de las respuestas entre una realidad viva, en movimiento, en un desarrollo que no tiene un fin determinado, y una configuración que busca en el color y la línea esa desarmonía efectiva.
- Como un juego que aparentemente lo deja todo al azar, pero que observando más atentamente percibimos su contribución a través de signos que tienen su función determinada en la agitación, en el paroxismo, en la evasión de un espacio que agobia.
- No cabe duda que esta obra se empeña en perseguir una visión personal muy concreta pero que al trasladarla al lienzo, los propios elementos utilizados la construyen como si fuese la suya, pues es su vida la que aparece, no la de otro.
Celestial arco, amargo viento barre
la vida, soplan
aires contrarios. Nada
puede darnos consuelo.
(Jesús Hilario Tundidor)
No hay comentarios:
Publicar un comentario