- No hay premisas concernientes a lo que es y viene ahora y a lo que no es y no corresponde o no se ajusta a lo coetáneo. Para el artista cubano SAUTÚA su obra es para siempre, pues no parte de intuiciones y especulaciones sino de bases bien pertrechadas en un imaginario caribeño presidido por estas ninfas que han protagonizado un mundo de vivencias inexpugnable.
- Ellas, tal como están representadas y de acuerdo con los signos que las marcan y las identifican, están sellando el rumbo de una época y de una geografía que confirma orígenes, narraciones y leyendas.
- Ante estas configuraciones plásticas tan bien encajadas, propias de esa isla y de su historia, que son una continuidad de su acervo cultural, de su impronta y culto a la feminidad, pero al mismo tiempo aureoladas con ese hilo de misterio que nos hace ver más allá de ese impacto visual, descubrimos que la pintura sigue simplemente fluyendo y mojándonos.
Cuando esté un día delante de mi amo,
veré su rostro, miraré en su rostro
hasta borrarlo de él y de mí mismo.
(Antonio Gamoneda)
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