- Cuando nos encerramos con nuestras propias oscuridades somos conscientes de que percibimos el abismo que nos ha precedido y el que todavía sucederá. Tal es así que queremos tocarlo, no sólo imaginarlo, convertirnos incluso en él.
- El cubano ESSON va más allá porque tiene la condición de la que carecemos casi todos, que es el de captarlo como memoria y como conjuro, como exorcismo y como catarsis. Es el formular las bases de una catacumba a la que bajamos cuando nuestras fuerzas ya están rotas.
- También es un mestizaje de sueños que se han quedado sin razón para ocultarse, sin ganas de sentirse más que con esta fisonomía de fealdad y ferocidad puesto que es la única que les da vida y pasión, identidad y resolución.
- Qué pequeño es el país, somos vanidosos
- como putas con dinero, amamos Babilonia.
- Nuestro sueño es traspasar la ingravidez,
- burlar estas derivas.
(Sigfredo Ariel)
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