1 de mayo de 2010

JONATHAN MEESE (1970) / ¿HAY ABISMOS SIN PINTAR?

  • Multitud de entidades, formas, graffitis, especímenes, ya sean pintados o esculpidos, atestan el abismo de esas superficies, el cual queda a la vuelta de la esquina aunque no queramos comprobarlo.
    • Si el alemán nacido en Tokio, MEESE, detenta esa clarividencia es porque además del sentido plástico no ha perdido la vertiente del humor, lo segrega con el trazo grueso y los hilos y signos delgados, finísimos del aquelarre pictórico.

      • No sé si la mirada consigue verse dentro o la expulsa más afuera, pero el conjunto de su obra ha puesto cerco a nuestra idiosincrasia y la ha retado. De caer en la provocación ya nos adentramos en una reflexión que ve situaciones en la pintura que no estaban previstas, que no discute su legitimación sino que examina la verdad de la manipulación y de lo que admite la negociación sobre la base de que todo es factible se relacione o no con la existencia del espectador.


        • Este artista no engaña ni se compadece ni nos compadece, expresa sin opacidades que si las posibilidades estéticas están marcadas son inanes, y que su destino en su ámbito es no tenerlo, negarlo, porque de ese modo se reafirma el núcleo ideológico de lo que es otro.

        • Cuando lleguemos a un acuerdo, su trabajo nos parecerá propicio para declarar que lo artificialmente fútil no lo es y coincidiremos en asentar una visión que repudiándose ha comenzado a apreciarse.




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