19 de enero de 2010

JOSÉ GUTIÉRREZ SOLANA (1886-1945) / LA MIRADA TEMBLOROSA

  • No intento descubrir a estas alturas al español GUTIÉRREZ SOLANA, sería absurdo y pecaría de una soberbia inaudita, pero sí deseo mostrar el alcance de una admiración entusiasta por el conjunto de una obra genuina, auténtica y plena de verdad.
    • Este artista -al que podría aplicársele la frase de Leonardo "si el pintor quiere contemplar bellezas es muy dueño de crearlas, y si quiere ver cosas monstruosas y que espanten, o bien bufonescas y risibles o, incluso, conmovedoras, de ellas puede ser señor y dios"- ha sido el creador de una pintura que sume la mirada en temblores desconocidos, que concita imaginaciones en las que la realidad aparece, como nunca, oscura, implacable, vidriosa, ocultando y al mismo tiempo manifestando secretos que bailan y festejan la muerte, la sinrazón, la locura, el tiempo quieto y cerrado.

      • Esos escenarios y ambientes, jamás igualados, son producto de un misticismo inverso, maldito, incomunicado, dispuesto a provocar que toda una humanidad castigada desate su delirio. Él sabía que para obtener tal carga de vileza y transgresión, de culpa, debía reflejar la perfección y la virtud embebida en la ordalía plástica, y también trazar el dibujo de unas fuerzas pestilentes en una España dividida entre hienas y carroñas.


        • Una imaginería que es la recompensa de lo incorruptible sobre la putrefacción y el hedor, a los que ha elevado a la condición de emblemas estéticos imperecederos e imprescindibles.

      • Ya lo afirmaba James Russell Lowell, "el talento es lo que se halla en el poder de un hombre, el genio es aquello en cuyo poder está un hombre". Ni que estuviera pensando en SOLANA.

      • Una vez ya en EL Malecón, le digo a mi amigo Humberto que tanta muerte no despeja incógnitas varadas en la espera sino la falta de calor en los recintos donde se recluyen mentes exhaustas por la angustia de no vivir.






1 comentario:

  1. Es la primera vez que veo obras de JOSÉ GUTIÉRREZ SOLANA, soy así de inculta, que lo voy hacer.
    Me he quedado espantada ante tanto sufrimiento trasladado a los lienzos. La oscuridad brilla en todos sus obras, al igual que la maldad del momento, en las caras de los personajes que el pintor plasmó en esas obras. Se rumia la muerte en cantidades desorbitadas.
    Se ve que en las altas esferas, o personajes con clase, los curas eran los protagonistas actuales. También los que influenciaban y consentían tales desmanes desproporcionados. Y los que señalaban para las ejecuciones de las personas según ellos porque no eran gratas para la sociedad, los herejes. Esto solo lo supongo, no tengo en qué basarme.
    Realmente el autor de estas obras, veía destrucción y temor a la muerte. Por ello dejó testimonio de ello.
    Saludos

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