- Una y otra vez el artista, dotado de grandes recursos, ensaya la utilización del color para obtener la posición de las figuras, de tal manera que la simbolización buscada se hace verídica por este medio.
- Y mediante este mecanismo el madrileño DÍAZ MARTÍN ofrece la visión singular y propia de un mundo que nos transfiere ficciones alegóricas, sensaciones impremeditadas, sueños que solamente existen cuando los contemplamos.
- Y son las resoluciones cromáticas por sí mismas, sobre la base de un dibujo depurado, las que producen esa percepción de una realidad que al sentirla en la mirada evoca sentimientos desconocidos.
huérfanos de calor al pie del fuego,
inventando cabriolas, desgarrándonos
por el dudoso gusto de matar
el tiempo que se burla de nosotros.
(Jaime García Tarrés)