- Las instalaciones tienen la enorme ventaja de inmiscuir al espectador en todo su espacio, en obligarle con cierto temor a compartirlo, a adentrarse en él recorriéndolo y observando toda una gran esfera visual que parece estar en movimiento.
- Es como estar ante unas epifanías que tienen el poder, no sólo de asombrarte, sino de marcarte con el efecto de su espectacularidad, de sus juegos de colores, de diseños, materias, luces, incluso sonidos, atmósferas, ambientes, hasta que lo fantasmal es más real que su encarnación ilusionista.
- Participando de la dimensión ofrecida por el italiano OGLIARI en sus instalaciones, la senda transcurre entre emociones y preguntas, entre ficciones visuales de las que no sabemos su principio ni su fin, aunque tampoco hace falta, es cuestión de seguir y perderse, ya alguien te encontrará.
Tú buscas refugio
en la indisoluble
estrella hereditaria - se te
concederá. Ahora
sobrevives a tu segunda
vida.
(Paul Celan)