- Forja y soldadura. Humanidad en su osamenta. Ni principio ni fin, otra vuelta a la esquina y tomando la acera eterna. De la construcción cosida a la sensación impensada. Del cielo al mismísimo infierno, como si eso importara.
- Para el madrileño MENÉNDEZ la escultura es sinónimo de vigilia con rito, de mito sin doblegar aunque esté en los huesos, o precisamente por estar así es como el tótem adquiere la máxima pureza de su materialización, de su fuerza y amenaza, de su comunicación.
- Hay en la estructuración y organización del trabajo de este artista una visión que se ha mantenido fiel en toda su historia, en todo el transcurso de una imaginería que siempre está detrás de una búsqueda de nuestra naturaleza y siempre nos sorprende con nuevas inquisiciones y confesiones.
el baldón y la ira los reservo
para los hombres de mala voluntad
para los que nos matan nos expulsan
nos cubren de amenazas nos humillan
nos cortan la familia en pedacitos
nos quitan el país verde y herido
nos quieren condenar al desamor
nos queman el futuro
nos hacen escuchar cómo crepita
(Mario Benedetti)
- El madrileño SECO plantea en su obra la interrogación máxima: ¿subsistiríamos entre esas hecatombes? ¿Seríamos capaces en convertirnos en héroes de cómic y transformarnos en la esencia metafórica de su condición?
- Desde luego que es una pintura que sobre lo magnificente de su iconografía esconde múltiples significados ocultos que va elaborando con un motivo, luego con otro, hasta constituir un lenguaje propio a pesar de sus citas y reverencias.
- Y pese a la vivacidad y fragancia cromáticas desplegadas, la amenaza surge de todo los lados, nos acecha, seamos o no conscientes de ello, como esa pareja anciana que mira hacia adelante ignorando ese mundo que se va desenredando una vez obtenido el blanco.
gobiernan con maldiciones y sin malabarismos
con malogros y malos pasos
con maltusianismo y malevaje
con malhumos y malversaciones
con maltrato y malvones
ya que aman las flores como si fueran prójimos
pero no viceversa
(Mario Benedetti)
- Cuando una vez pregunté por el artista asturiano GUILLERMO SIMÓN me dijeron que todavía no había salido del mar. Y me aseguraron que él era su representante plástico, el último por ahora que sabía visibilizar sus vestigios, aquellos que le daban su fuerza y espíritu.
- Creo que las cualidades creativas y técnicas de este artista son un terreno que no hay que pisar ni poner en duda, por lo que hemos de sentir y aludir a lo que es más esencial en su obra. Mientras en sus primeras apariciones los fondos abisales marinos eran la magnitud de un hábitat del que manaba un misterio por descubrir (tengo la suerte de tener algunos de ellos y todavía sigo tratando de desnudarlos), en esta siguiente etapa su alter ego le pide sacar su capa exterior a la luz.
- Y él hace que se materialicen en toda su ira, su furor, su energía, reivindicando su fuerza y su belleza estética, su espíritu indomable, su intransigencia cuando pensamos que es un mero fenómeno que está como parte de una geografía demasiado vista como para tenerla en cuenta.
- Pero lo trascendental de este autor es cómo lo hace vibrar, vivir, exigir; cómo su presencia en el lienzo puede ser tan real o más que lo que miramos en su contingencia; cómo ha captado un alma que sólo él sabe revelar. Bien es verdad que no es tan difícil si uno está dentro de ella.
Me salí de mi carne, gocé más alto:
oponer una frase de basalto
al genio oscuro que nos desintegra.
(Alfonsina Storni)
- En estos retratos del madrileño ELESPE es en los que podemos cifrar la condición del arte, como sinónimo de búsqueda, que se traduce en un acto comunicativo, capaz de poner en movimiento, de forma subliminal o emotiva, la mente de quien mira.
- Son obras que rescatan, dentro de un marco pictórico singular y actual, un simbolismo o una concepción del mismo, en la cual el misterio, el enigma, la negrura, el espíritu y la memoria adquieren una realidad devastadora.
- Como tales apariciones muestran soluciones para inquirir y descubrir incógnitas, para conjurar la opacidad de los recuerdos idos, para no ir más allá en desvelamientos que despertarían pesadillas demasiado explícitas. Solamente están para no cerrar nunca los secretos tan guardados y dejar únicamente su sombra.
te quiero en mi paraíso
es decir que en mi país
la gente viva feliz
aunque no tenga permiso
(Mario Benedetti)
- Una figuración que pivota sobre un sentido plástico perfeccionista, brillante, de efectos y procedimientos muy calculados, de resonancias clásicas y modernistas, de espléndida y sofisticada caligrafía.
- Pero toda esta configuración apunta a una debacle que estaba escondida y que la andaluza AGRELA saca a luz para mortificarnos con esa ambivalencia que tiene ribetes ontológicos, emanaciones sórdidas, convicciones perdidas y no recuperadas.
- Nos sitúa ante rostros, cuerpos, que no sabemos si son lo que son, si tratan de ser otros, o si eran otros desde el principio y los veíamos disfrazados de lo que no eran. Juega con la emoción y la duda, con la aceptación o el rechazo, con lo falso y lo auténtico, que seguirán manteniendo el envite mientras su lenguaje no calle.
que la muerte pierda su asquerosa
y brutal puntualidad
pero si llega puntual no nos agarre
muertos de vergüenza
(Mario Benedetti)
- ¿Qué es lo que le rodea? ¿Una naturaleza que ya no tiene razón alguna para tener un orden una vez que el que había se destruyó? Sí es verdad que todavía quedan retazos hambrientos en un crecimiento caótico que es el que ella impone porque así habrá de nuevo una regeneración.
- El estadounidente BAS, rememorando a los viejos románticos, reactualizándoles, dándoles la contemporaneidad que exigen, encuentra que en sus paisajes tan ígneos y rebeldes, es el hombre el que está solo, empequeñecido y anónimo, metafísicamente anónimo.
- Dentro de esa pintura tan bien orquestada, tan luminosa en su exégesis, hay un cúmulo de clarividencias plásticas en las que el color se hace con los mandos y describe esa fisonomía incansable de lo natural cuando se devela y se rebela.
En el principio era el verbo
y el verbo no era dios
eran las palabras
frágiles transparentes y putas
(Mario Benedetti)
- Felipe se va a las tierras burgalesas de Roa a exponer y a cruzar visiones con vinos y vendimias. Pero lo importante es que en esta serie de dibujos del artista hispano-cubano que va a colgar, expresa su forma de ver, registrar y hasta concebir el mundo.
- Con su empleo tan singular del encuadre, yuxtaposición y fragmentación, así como la ruptura de espacios para marcar su interrelación entre unos y otros sucesos, se ajusta a lo que Diane Waldman afirmaba respecto a que el collage se ha convertido en el medio de la materialidad, registrando nuestra civilización, su humanidad e inhumanidad, capturando el tópico, lo transitorio y el absurdo.
- Él, sin lugar a dudas, con una maravillosa forma de encarar la creación, con un dibujo pleno, rebosante de un delirio técnico y esplendor casi absolutos, nos revela, desde su concepción telúrica caribeña, que no hay nada que no sea un cosmos escenográfico, plástico y biográfico.
- Por este motivo y a partir de esas bases, las vivencias figurativas y abstractas saturan todo el lienzo, lo absorben y flotan dentro de él conforme al lugar y papel que les corresponde ejercer, haciendo del conjunto una explosión generadora de fuerza visual y compendio de una facultada para conseguir que el espectador se sienta aludido, implicado, reflejado en esa culminación iconográfica que es puro sentimiento y magnífico que hacer artístico.
tenemos una esperanza blanca y prójima
como una paloma que ya no es mensajera
(Mario Benedetti)