- ¿Alguien ve el mundo como yo lo pinto? ¿Nadie? ¿Es demasiado crudo y no admite sutilezas? ¿Es especular con la rabia cosechada? De acuerdo, mi realidad está empastada, es gruesa, pero no por eso pierde su condición de canto, de poesía, de experiencia creativa dentro de la ignominia que me rodea.
- La brasileña SOATO es la que vive entre enigmas reales que las cosas nos proponen y que encuentra otros enigmas que plantean sus propias obras, sus acumulaciones acumuladas. Porque esa pintura está tallada, herida, cicatrizada por un mundo que no necesita inventarse, pues está a la vuelta de la esquina.
- Su obra adquiere una hondura preñada de desazón, de historias cuyo eje está completo en su representación, en esa configuración en la que hasta el color tiene calidad de conductor brutal, de voz fiera y simultáneamente lábil, arrastrada a lo largo de una mirada que sólo tiene imaginación para el fin.
Qué es la magia, preguntas
en una habitación a oscuras.
Qué es la nada, preguntas,
saliendo de la habitación.
Y qué es un hombre saliendo de la nada
y volviendo solo a la habitación.
(Leopoldo María Panero)
- El tren acumula en sus viajes almacenes de vidas que buscan un destino del que desconocemos si tiene encuentro o es una singladura más en el extravío o la derrota de seres que lloran en la noche. En estas obras el personaje importa por sí mismo y por lo que significa, por su esclavitud de ver y andar incesantemente, por los paisajes que cruza y por la soledad con que saluda.
- El mero de hecho de evocarlos hace que poco a poco tus sentidos capten una imagen que se compondrá de todas las percepciones sensoriales (Casas Ros), lo que define magistralmente estas representaciones que conjugan la magia pictórica de tiempo, vida, historia, con ese hálito de desolación, melancolía y añoranza.
- Desde el tren, las vías y las estaciones se esboza un mundo, un pequeño mundo, que a medida que toma movimiento se hace grande en la imaginación del espectador, que ve otra sensación y otro olvido que tenían esa luz genuina que iluminaba aquellas reminiscencias por las que pasaban y hasta amaban.
En mi mano acojo los excrementos
formando con ellos poemas
cerca estoy ya de donde sopla el viento
y odres de vino de mi nombre están llenas.
(Leopoldo María Panero)
- Ese fulgor de la selva tropical que late y esconde, que se enmascara hasta adquirir plásticamente naturaleza propia, que al mismo tiempo que se defiende grita su esplendor, su laberinto, su ensortijamiento. Los colores son su armonía y los vericuetos por lo que respira y ama.
- Al cubano ALFONZO se le han cruzado las geometrías tan inherentes a su condición de materia genuina y las ha configurado como fuentes de una herencia caribeña de lo telúrico. De ahí han surgido distintas interpretaciones del origen y de la tierra cubana, de su forma de entenderla y representarla.
- Pero hay más, pues está esa raíz que no cesa de alumbrar signos y presencias, que se estructura como la magia morfológica de una isla que ha emergido de un mar atigrado y se ha espesado entre la caña, el misterio y el tabaco; que también se ha fertilizado con el sincretismo y el hambre de emoción, no de silencio.
Pues cada ser humano puede ser en potencia un psiquiatra, con sólo prestarnos la ayuda de su espejo (Leopoldo María Panero).
- La pintura no debe hacerse verbo, debe hacerse carne y carne pagana, hereje, idólatra e infiel. Ha de marcarnos con fuego, dejarnos cicatrices, proponernos rebeliones y mostrarnos el cielo de las revelaciones o el infierno de las emanaciones.
- En la obra del cubano BRITO hay razones de búsqueda entre la sinrazón de la vida, visiones veladas y sueños de espejo ahumado que conforman los fantasmas que hemos convocado. Entre un cromatismo fuerte y amenazador vuelan otras formas, otros seres caligrafiados. Lo que quiere decir que no hay perdón.
- Así es como este artista concibe su mundo, a base de depositar rastros que expresen y hasta perfeccionen las pústulas en la piel plástica, su imaginario irredento, el final que empieza y el inicio que acaba. Regalo de magos y tiempo, espacios presentes sin rostros pero llenos de imagen y memoria.
Del polvo nació una cosa.
Y esto, ceniza del sapo, bronce del cadáver
es el misterio de la rosa.
(Leopoldo María Panero)
- Este gran artista chino, GUANZHONG, afamado y cotizado, nos muestra, en sus obras, la magnífica síntesis plástica de una evolución que ha acumulado siglos de experiencia, desde un ritual específico a una concepción única de entender esta práctica.
- Y lo que quizás nos asombre más es que después de milenios de incomunicación artística, ahora las coincidencias desde distintas ópticas sean palpables y constatables. Como esta afloración plástica de luminosidad cromática que refleja una naturaleza que no tiene fin, que dota de dimensión integral a la mirada, que reúne dentro de ella esas hilaturas y puntos como una red simbiótica y germinal.
Ven hermano, estamos los dos en el suelo
hocico contra hocico, hurgando en la basura,
cuyo calor alimenta el fin de nuestras vidas
que no saben cómo terminar, atadas
las dos a esa condena que al nacer se nos impuso
peor que el olvido y la muerte
y que rasga la puerta última cerrada
con un sonido que hace correr a los niños
y gritar en el límite a los sapos.
(Leopoldo María Panero)
- Dice H.J. Weitebrecht que los éxtasis imaginarios son aquellos que, en estrecha relación con procesos patológicos, afectan a los hombres de manera inesperada y dan lugar a una liberación del miedo y mecanismos de defensa, si bien los intelectuales pueden influir creativamente en la actitud vital.
- Pues en el caso del francés MARÉCHAL esas cumbres ya las ha remontado para hacerlas protagonistas y lo hace de forma siniestra, aciaga, lúgubre. Sus grabados en blanco y negro son como una sucesión de escenas trágicas sobre la fragilidad humana, su condición de víctima desde que nace hasta que muere.
- Es un creador motivado por una realidad cuyos unos límites no son una fantasía, son nuestras propias pesadillas, esas que al verlas tan magníficamente realizadas nos crean escepticismo o un despertar que busca la claridad engañosa a la que siempre nos han acostumbrado.
Mañana morirá otro loco:
de la sangre de sus ojos nadie sino la tumba
sabrá mañana nada.
(Leopoldo María Panero)
- Ya tuve el placer de conocer su obra y a ella, la artista cubana ISIS en La Habana, hace unos cuantos años, entonces sus preocupaciones pictóricas discurrían por senderos más livianos, más centrados en una feminidad en búsqueda de su propio sino plástico y si era posible, lo más puro e indeleble.
- Ahora, el cambio, una vez asimilada esa primera fase, se hace evidente en esa fuerza, en turbulencia, que agita el mundo de esas mujeres dentro de una selva que nos les deja escapar. Los ejes sobre los que se asienta este fulgor y esta pasión, porque su trabajo la revela siempre, se basan en un magnetismo cromático sombrío, fruto de las circunstancias actuales del ser en su desenvolvimiento en un entorno crítico, hasta hostil.
- Pero tras esa exuberancia floral, más bien amenazante, se levanta el icono de mujer, ya sea en osamenta o en rostro, como una roca inmune y resistente, defensora de su condición y con el aliento de una existencia que hace fortalezas de sus debilidades, belleza de sus fealdades y afirmaciones de sus negaciones.
Lloras entre mis muslos, amada:
el cadáver de la poesía
es la sustancia de mis versos.
(Leopoldo María Panero)