CARLOS BELTRÁN CORRALIZA (1982) / EL RETRATO SE ENFRENTA A SÍ MISMO
La imagen está presente en el espíritu revelando a la conciencia las potencias, las tramas, los aluviones, los sufrimientos y una rabia de muerte.
En esta caja de mil fondos que es la condición humana, el español Beltrán confiere a sus retratos una dimensión única y tal vivencial que no da lugar a otra visión que no sea la contenida en unos rostros que están vivos después de muertos.
Nos hace dudar y quedar a la espera de sus palabras, aunque con sus silencios hablan tanto más que si las pronunciasen, incluso si con ellas nos invitan a irnos con ellos.
Que, aunque viejo, es de fuego
Corriente en una broma y mujeriego.
(Espronceda)
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