7 de diciembre de 2009

ALVARO DELGADO (1922) DESDE DENTRO

  • Los retratos hay que pintarlos desde dentro y después dejarlos asomar para que el tiempo les dé la medida de su ser. Medida que Arnold Puig situaba en la condición trágica del hombre condenado a no encontrarse jamás a sí mismo. El artista español Alvaro Delgado recoge ese testigo y lo asume desde el interior para que con rotundos trazos se desvele un destino con el que hallar la historia de una fatalidad o el relato de un azar o una ventura.
    • Cada gruesa pincelada es la página de una biografía que se va desentrañando poco a poco hasta llegar a su sino final, en el que se perciben claros y oscuros, deformidades e imperfecciones, rasgos ahilados y pétreos, cuerpos y semblantes infectados por los rastrojos de unas existencias a caballo del infortunio y de un hado implacable.

      • Hemos destruido los espejos, nos hemos quitado el disfraz y nos hemos disecado en el lienzo, con lo que ya hemos logrado nuestra auténtica visión, ésa que es la verdadera y que siempre contribuimos a que se nos escape.

    • Mi amigo Humberto siente un tedio mortal porque, me dice, las salidas son entradas y éstas ya no tiene salida. Así, en esta situación, es incapaz de pintar y dibujar las entrañas que tuvo que comerse la víspera o el aguardiente adulterado que tuvo que beber al amanecer.





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