21 de septiembre de 2014

ALBERTO REGUERA / ARTE Y ACCIÓN HUMANITARIA


  •  Me cuenta ALBERTO REGUERA, uno de nuestros artistas más internacionales, que asumiendo su compromiso humanitario en su doble condición de ser humano y creador, ha donado, junto con otros autores, una obra para el WAR HUNGER GROUP (WHG) de la OCDE con el fin de recaudar fondos de apoyo a micro proyectos destinados a los estratos más pobres de las poblaciones en países en desarrollo.   


  •  Su obra, una sinfonía cósmica que divide la composición entres franjas, deja ver un imaginado paisaje cósmico, no solamente por las cuestiones derivados de sus aspectos formales centrados en esas texturas ricas en pigmentación, rugosidades, asperezas y demás elementos sino por una orografía que nos enmarca dentro de un universo del que debemos extraer tanto sus radiaciones estéticas, como físicas y metafísicas. ALBERTO, en esos sondeos espaciales y cromáticos que definen su trabajo, siempre está abriendo puertas hacia uno u otro confín, con lo que consigue la formación de encuentros con otras realidades desconocidas. Es un buceador en busca de formas y maravillas que ya no tiene remedio, y esperemos que nunca lo tenga.  

No sé quién soy, ni sé para que existo.
Crece ante mí la flora del espanto.
Y el temeroso paso que adelanto
las losas pisa de un dolor previsto.
(Conrado Nale Roxlo)

16 de septiembre de 2014

XURXO GÓMEZ-CHAO (1960) / LAS TINIEBLAS DE LAS APARIENCIAS


  • Comencemos por otra sentencia de Antoni Tàpies que me parece utópica: la misión de los artistas es promover la reflexión, suscitar y atraer la atención, dar a conocer, iluminar la realidad y, en suma, exaltar todo cuanto nos haga más libres y más perfectos.    


  • En ese sentido hay que hablar del gallego GÓMEZ-CHAO, que en su exposición en BAT Alberto Cornejo, que se se inaugura el día 18 próximo, presenta una obra que hace reflexionar, que suscita, atrae e ilumina. Pero lo que parece una recreación floral es una realidad más tenebrosa que acogota y engaña, que enmascara y desentraña, que lo que se ve no es lo que se mira, que detrás está el cordón umbilical con la negación vital.  


  •  Su plástica, fantásticamente configurada, posee varias y distintas modulaciones, pues es tan brillante, tan deliberadamente esponjosa e inflamante, tan bella y esplendorosa, al igual que un bodegón primaveral, como es a su vez su contrario, pues manifiesta que una solución conduce a otra muy distinta, cargada de significantes contaminados, perversos, indicios de un mal que nos corroe. Es una magia que se destruye a sí misma, dándonos, como espectadores, la ocasión de asistir  a ese ritual.   

Duro puñal, espejo de la muerte.
Puente resbaladizo del infierno.
Helado surtidor de aguda punta
hacia nubes de sangre levantada.
(Conrado Nale Roxlo)

15 de septiembre de 2014

SERGIO ZEVALLOS (1962) / EL MAL QUE ME CORROE


  •  Recuerdo que Francisco Calvo Serraller escribió que desde el punto de vista artístico, lo que desde el romanticismo se consideró genuinamente español fue el realismo casi expresionista, una gama cromática presidida por el negro y una imaginación desbordada con ribetes de truculencia. 


  •  En el caso del peruano ZEVALLOS, artista disciplinar y que perteneció  al grupo Chaclacayo, la truculencia tiene orígenes culturales autóctonos e hispanos específicos, incluso religiosos, pero con una intención claramente transgresora, que acaba con frecuencia seduciéndose a sí misma, es tal su narcisismo. 


  •  Su obra, como la de muchos otros autores, responde a aquello que decía Heráclito respeto a que no se puede descubrir los límites del alma aunque para ello viajáramos por todos los caminos: tal es la profundidad de su forma. 


  •  Estamos, pues, ante una obra atormentada, entre el esperpento, la muerte y el sufrimiento; y unos espacios que la inflaman más, que la desnudan hasta lo imposible, configurando unos retratos que tienen el don perverso de contarnos lo que imaginariamente somos: tal es nuestra incapacidad para vernos y soportarnos.    

No quiero ni quiero,
Antón Perulero;
yo quiero al pirata
de pata de lata
del cutter inglés.
Dímelo al revés......
(Ignacio B. Anzoátegui)

13 de septiembre de 2014

NAHUM ZENIL (1947) / QUIERO SER UNA LEYENDA


  •  Soy un homosexual desvalido y despreciado,  soy humano y soy divino,  he sido crucificado y resucitado, soy artista y mexicano, soy revolucionario y fervoroso pacifista, me pinto y no me canso de hacerlo hasta reconocerme y provocar el asco, el perdón o la total aceptación.  


  •  Ya Alfredo De Paz decía que la obra de arte realiza en la forma una unidad orgánica entre la subjetividad del hombre y la objetividad de la realidad externa, entre la posibilidad humana y su situación concreta en el mundo.


  •  Efectivamente, ZENIL conjuga ambas vertientes tan lapidariamente que al final es una sola, que de tantas referencias estilísticas conforma una única, la que se hace insoslayable, plena de significación, ya sea vital, sexual, religiosa, profana, evocativa, narcisista, antropológica, etc.  


  •  Es una plástica que desatará sentimientos y apreciaciones de todo tipo, que no dejará indiferente a nadie que la vea y la contemple, incluso que se sienta implicado de alguna manera en ella, ya sea pasiva o activamente, por lo que quedará para siempre como una sombra o una iluminación.  

Está en un puerto. ¿Un puerto? Yo he conocido un puerto.
Decir, yo he conocido, es decir: Algo ha muerto.
(Raúl González Tuñón)

9 de septiembre de 2014

YISA (1984) / SE AMAMANTAN SOLOS


  •  El significante en esta obra callejera es contundente, y es que ha de serlo para que cuando pasemos abramos bien los ojos. Y sus cualidades extrínsecas no se agotan ahí, porque hay una visión que se nos lanza a la cara como un ente devorador de indiferencias y magnitudes mediocres.   


  •  Y hay hasta una belleza plástica que se desata en pasiones, tan monstruosas como fruto de un rosario de crueldades y olvidos, de muerte y encerramiento. Nacen como iconos, se perciben como tales pero dentro radica la truculencia del signo.     


  •  El chileno YISA los ha creado para que se queden como testimonios de un tiempo, en el que él está persiguiendo su sombra y la nuestra con colores siniestros, con espíritus que mantienen la ida pero no la vuelta, que hablan y no les escuchamos, ni siquiera les vemos.  

Dulce amiga: vivimos mil vidas y una muerte
y este reencuentro trae la adolescencia ilesa,
sufro la terca angustia de encontrarte y perderte
y no sé si este amor se desangra o regresa.
(César Tiempo) 

8 de septiembre de 2014

FRANCISCO CORZAS (1936-1983) / SIEMPRE SERÁ PINTURA


  •  Dice Francisco Calvo Serraller que la contextualización histórica de una obra de arte se ha hecho mucho más elástica, porque además de ser un testimonio de un momento dado puede redescubrirse y radioactivarse siglos después.  


  •  Muy cierto. Y sería muy injusto que no fuera así. Por ejemplo, la obra del mexicano CORZAS ha de estar presente siempre, no puede ampararse su olvido en ese modelo historicista de progreso lineal, que entre otras cosas ya ha entrado en crisis.   


  •  La pintura de este autor es profundamente latinoamericana pero también de nexos hispanos. No repudia sino que se abre a todos los prismas, a todas las declinaciones, a todos los lenguajes. Nos mira y la miramos desde lo más hondo, sin perder un ápice de su aura fantasmal y fantástico, tan verosímil como inverosímil. 


  •  Nos descubre que la plástica es una cita con espléndidas propiedades y superlativas perversiones, que avala lo más impalpable de nuestra condición, lo que queda infinito después de acabar con lo finito, lo que impone una libertad que es la señal de su realidad y creatividad. 

Mientras la noche marinera
lanza su gorra al cielo oscuro
danzan las sombras de la hoguera
sobre el espejo atroz del muro.

Danza la rubia espiga abierta,
danza la abuela del pan puro,
llama el horror de puerta en puerta
hasta el patíbulo del muro.
(César Tiempo)

1 de septiembre de 2014

GERMÁN TAGLE (1976) / LA CALDERA CROMÁTICA


  •  Al chileno TAGLE no le cabe su concepción plástica en un espacio acotado, se le queda corto, es demasiado ubérrima y exuberante, y además sus efectos es el de incluirnos dentro de ella, absorbernos para que seamos un elemento más en esas naturalezas dominadas por el azote del huracán.


  •  Sus obras revientan porque es como si ya estuviesen hartas de estar sujetas, atenazadas y comprimidas. Él las deja aventurarse y fraguar sus auténticos destinos, sabe que husmean dentro de una caldera en la que el color toma caracteres ingrávidos hasta festejar su propio ardor y su indomable fuerza.    

¡Ah, si me señalaras el número infalible
me perdería contigo sobre la haz del infierno,
para vivir un sábado santificado de ocio
que alegre el mar insomne de tus sábados
muertos!
(César Tiempo)