30 de noviembre de 2013

ÁNGEL RAMÍREZ ROQUE (1954) / ME VEO CON PACIENCIA


  •  Hay inmersión que afortunadamente siempre se sale de los cauces. Y de alguna forma la describe Valéry expresando que el mejor argumento consiste en que, de nueves veces sobre diez, toda gran novedad dentro de un orden se obtiene gracias a la intrusión de medios y nociones que no estaban allí previstos. 


  •  En la obra del cubano RAMÍREZ tal alegato es esencial para encontrar su significación. Porque la confusión reglada de todos los elementos que la componen bajo el signo del humor y el mensaje de que no existe revelación más profunda que la que uno se haga sobre sí mismo trabajando en la reverberación plástica que le rodea, es lo fundamental de una creación que nace casi desde el bullicio y el jolgorio.   


  •  Sobre esta propuesta atinada solamente hay que acondicionar la mirada, transcribir la ofrenda y los atributos, legalizar sus sentencias, proclamar el viento festivo que mueve su paciencia, sin dejar que nos rinda una resignación que no lleve inherente la más hermosa alevosía.    

Felisa, el falo que nos convoca
a esta dulce tumefacción de mi boca
no es sino una torre que invoca
el palacio de mi soledad.
(Leopoldo María Panero) 

26 de noviembre de 2013

JOSÉ SALAS (1949/ CONSIGNAS DEL TIEMPO


  •  Recorto, ensamblo, encajo, pinto y grabo en la madera. Salen letras, números, que conforman su lenguaje, que emiten una comunicación que armoniza sobre estos armazones, ídolos y construcciones, una conciliación entre pasado y presente, entre dos mitades del tiempo. 


  •  La habilidad del cubano SALAS en conjugar elementos materiales y simbólicos sin rehuir su hilo conductor de plasticidad es uno de los rasgos que definen su obra y que la hacen especial para dotar a los espacios de una realidad demostrativa de su ingente capacidad para regenerarse.   


  •  Para el espectador es la oportunidad de asociar experiencias y relatos, de ver señales y relacionarlas con su visión de lo que todavía sigue siendo un mensaje de futuro, un nuevo hecho esculpido para materializar sueños y exorcismos.  

Dos peces
resplandecen en el cielo
mostrando el sendero sin salida
el sendero inmóvil del excremento.
(Leopoldo María Panero).

25 de noviembre de 2013

ROBERTO DE OLIVEIRA MAGALHAES (1940) / ¿CÓMO TRANSFERIRLO?


  • El brasileño  MAGALHAES se mueve entre la teosofía y el esoterismo, entre creencias que tienen que ver con el destino más intangible, más impenetrable y por eso su pintura es una pregunta que va buscando respuesta tras respuesta, hurgando en las miradas, en los ojos, en los rostros. 


  •  Son quimeras que les cuesta ser palpables, vistas, que en el acto de transferirlas piensan que pierden su naturaleza intrínseca, su realidad ignota que lo es porque la imagen devora y no trasciende, denota y miente, no sufre y no comprende. Pero el artista siente la necesidad de que los ojos sean más que el intelecto, de que lo iconográfico sea más que el concepto. 


  •  Y al final la obra es un catálogo de evidencias que nos tocan de cerca, que nos inducen a enfocarnos en su sistema de lo que tiene de oscuro y de claro, de verdades íntimas y singulares, de sueños que están siendo y se quedan con nuestro aliento para continuar estando y no marchando. 

Preguntadle a un perro: ¿qué es la locura?
y ladrará tres veces.
(Leopoldo María Panero)

23 de noviembre de 2013

MABEL POBLET (1986) / LLUVIA CON RAÍCES


  •  Las instalaciones por sí mismas transmiten significaciones metafóricas que transmutan una realidad que apela a la intuición del espectador. La cubana POBLET es en tal sentido un parangón que hace de su montaje una luz de remolino, de ruedas, cubículos, hasta intercambiar mensajes que lo que toman de un poema lo dejan en el otro.    


  •  Que lo que toman de una vicisitud la depositan en la siguiente, que lo que obtienen de fulgor  y floración lo ejercen de catarsis. Obras que siembran un alba y aguardan a que la sangre germine en flor, a que los aros coronen su crecer, a que los globos encendidos nos trasladen su sentir.  


  •  Estamos ante una escenografía depurada que la artista ha sabido captar para que la construcción corresponda a un canto irradiado, a una visión receptiva de lo que plástica bien concebida fertiliza sobre el valor de las raíces nunca acabadas de evocar. 

Amé la primavera, temí la muerte:
hoy la noche del alcohol es todo lo que queda
y la mosca vuela en torno del retrete.
(Leopoldo María Panero) 

21 de noviembre de 2013

GUSTAVO DÍAZ SOSA (1983) / HUÉRFANOS DE BABEL


  •  Por este blog ya ha pasado el cubano DÍAZ SOSA porque es un artista que como decía Paul Valéry, nos vuelve apasionadamente curiosos de su íntimo y verdadero pensamiento. En esta  ocasión lo traigo a colación como reconocimiento a su nueva exposición en la galería BAT Alberto Cornejo en Madrid. Y es que su creación plástica es por sí misma una respuesta intransferible y única desde el punto de vista de la representación, y una conjura desde la perspectiva de la condición humana.      


  •  Los espectadores, sin darse cuenta y elevados desde su atalaya, parecen que son los que tiran del hilo del poder sobre esos hombrecillos sin percibir que son su reflejo, que son sus vicisitudes de siervos y oprimidos en esta sociedad turbia, de negros y densos nubarrones . Los espacios en los que se encuentran, están cruelmente y al mismo tiempo irrisoriamente reducidos a una naturaleza carcelaria, eclesial, inquisitorial (vemos los reos de autocrítica incluso), en el que se esparcen esos cuerpecillos negros, devorados por su propia impotencia y carencia de comprensión. Están condenados a ser antítesis, las tesis se las han quedado los de siempre.       


  •  Desde luego, la configuración, con esa paredes descacarilladas y tenebrosas, no puede alcanzar una mayor equivalencia entre el acto y la materia, entre el prodigio desbordado y esparcido y el sentido. Y termino con unas nuevas palabras de Valéry en lo de que el hombre que se mide a sí mismo y se rehace según sus claridades me parece una obra superior que me conmueve más que ninguna otra.    

Dime ahora, payo al que llaman España
si ha valido la pena destruirme
bañando con tu inmundo esperma mi figura
(Leopoldo María Panero)

19 de noviembre de 2013

BARTOSZ BEDA (1984) / NO DEBEN MIRARSE


  •  Este artista polaco, que está exponiendo actualmente en Madrid, en la galería Liebre, es todo un sinónimo de recuperación de las viejas maneras infiltrándolas de nuevos modos. Por este blog han pasado muchos retratos, incluso autorretratos de determinados autores, y todavía puedo asegurar que esa temática existencial y artística no está acabada.  


  •  En este caso BEDA nos ofrece otra clarividencia plástica y facial de lo que son sombras, centelleos, espantos, temores, locura y delirio. No acaban de ser máscaras pero sí exploraciones. No acaban de conferir almas pero sí espíritus. La acritud del tiempo queda grabada y la acritud de la vida también.


  •  Obras que la densidad cromática les da el cuerpo necesario para que nunca desentrañen el olvido ante la muerte, y esa masa informe que les rodea y les significa les coloca en la posición del espejo que se ha roto por lo ajado que estaba. Son nuestro reflejo y no hay forma de taparlo. 

Muerto amor al lado mío yace
parecido a las heces en que nace.
(Leopoldo María Panero)

18 de noviembre de 2013

CAMILA SOATO (1985) / LO QUE TENGO DE ASCO


  •  ¿Alguien ve el mundo como yo lo pinto? ¿Nadie? ¿Es demasiado crudo y no admite sutilezas? ¿Es especular con la rabia cosechada? De acuerdo, mi realidad está empastada, es gruesa, pero no por eso pierde su condición de canto, de poesía, de experiencia creativa dentro de la ignominia que me rodea.  


  •  La brasileña SOATO es la que vive entre enigmas reales que las cosas nos proponen y que encuentra otros enigmas que plantean sus propias obras, sus acumulaciones acumuladas. Porque esa pintura está tallada, herida, cicatrizada por un mundo que no necesita inventarse, pues está a la vuelta de la esquina.    


  •  Su obra adquiere una hondura preñada de desazón, de historias cuyo eje está completo en su representación, en esa configuración en la que hasta el color tiene calidad de conductor brutal, de voz fiera y simultáneamente lábil, arrastrada a lo largo de una mirada que sólo tiene imaginación para el fin. 

Qué es la magia, preguntas
en una habitación a oscuras.
Qué es la nada, preguntas,
saliendo de la habitación.
Y qué es un hombre saliendo de la nada
y volviendo solo a la habitación.
(Leopoldo María Panero)