13 de octubre de 2010

DJURIC MIODRAG DADO (1933) / ESPECIES EN EXTINCIÓN



  • Cuando el montenegrino DADO nos legue sus especies serán ya mundos en extinción. Lo que nos quede no querrá alojarse en habitáculos cerrados en los que es imposible conservar su fluorescencia, su belleza monstruosa, su promiscuidad de duendes y enigmas.


    • Y, sin embargo, en esta civilización globalizada, tecnificada y masificada, será así, no dejarán de protestar ni siquiera cuando alguna de sus cabezas cuelgue en un vacio que será entonces un laberinto.




      • ¿Es difícil o bastante factible que en estos tiempos que corren haya visionarios como este autor, que con un sofisticado sentido virtuosista impulsa una vía plástica que algunos dicen que ya está agotada? Si entendemos la pintura en clave de futuro, lo presuntamente delimitado es tan ilimitado que carece de circunscripción.




        • Y partiendo, sin falsos prejuicios, de una obra como ésta, señalar es mostrar que aún queda mucho por aparecer, que cada evidencia es un inicio. DADO es un artista que ha remontado el buceo y se ha encasquetado la visión y materialización del prodigio. A la vista lo tenemos.



11 de octubre de 2010

NÉSTOR BASTERRECHEA (1924) / LO QUE MUEVE EL AIRE

  • En una tierra donde abundan los bosques y el hierro no pueden faltar tallistas que conformen la articulación del lenguaje que emiten.
    • El vasco BASTERRECHEA, uno de los pintores de la cripta del Santuario de Aránzazu, es el factótum de un duende que alimenta horizontes aéreos, perspectivas aladas que no se desangran si las miras. No sufren temblores ni agobios, solamente necesitan el éter para crearse y emerger sin tinieblas que traten de apagar su luz.

      • Podemos considerar estas piezas como tótem ligados a un destino o efigies en mutación por el viento. O nuevos ídolos que adquieren su morfología conforme la tierra va perorando su gozo o su inquina. Lo cierto es que el escultor ha ido a agotar todas las posibilidades abiertas, y sus diálogos han resueltos los problemas de desflorar materias, volúmenes, líneas y vacíos.




        • Y es de un silencio telúrico de donde surgen esas lejanías habitadas que al plantarse sobre una superficie hambrienta dejan de interrogarse para afirmar que lo numinoso está vivo y aguardando la contemplación de todos aquellos que han mantenido la confianza en que todavía el ser es convertir, desentrañar, esculpir. No hay otra esperanza.


9 de octubre de 2010

SYDNEY NOLAN (1917-1992) / NO TAN REMOTO

  • Australia sigue estando muy lejos pero quizás ya no tanto, nuestra intuición nos alerta de su gradual cercanía, de que la complicidad en las miradas nos aproxima cada vez más. Porque lo salvaje que hay en el australiano NOLAN es también lo aborigen nuestro. Y lo indómito adquiere una visualidad inconciliable con las falsas investiduras.

    • Desde esa ferocidad que clama en una naturaleza implacable, la realidad enmarcada en sus obras convoca abiertamente fuerzas tangibles, brutales. Y al contemplarlas, lo hacemos en función del llamamiento a unas convicciones en la fascinación y horror de lo plástico, simultaneidad que es condena previa la resurrección.
      • Somos conscientes en nuestra observación de que la pintura no se ha marcado rumbos que no atrapen densidad y consistencia, valores que se observan y acatan cuando desciframos la voluntad estética de ser apareciendo.


        • Con lo que, ante estos fenómenos plasmados de la existencia, pensamos, por lo tanto, al verlos, que su sustantividad es más sólida que la nuestra. O por lo menos durante el momento que su penetración nos ha colmado.




7 de octubre de 2010

MONTSERRAT GUDIOL (1933) / ¿QUÉ ES LO QUE NO ME ENVUELVE?

  • Hay sonidos que envuelven a la pintura y que ésta devuelve si alguien penetra su secreto. La catalana GUDIOL los escuchaba con deseo y sin pasión durante sus faenas de restauración de pintura medieval.
    • Pero no los quería todos, solamente aquellos que supiesen absorber y labializar entre los dedos el silencio emblemático de la mujer. Y los dedos se expresaron caminando por los símbolos, traspasando muros y paredes, construyendo con los cuerpos, adivinando los misterios.

      • Es toda una condición del ser la que rasga el velo, la que oye la tierra, la que calla lo insondable, la que habita espacios sublimes, la que es carne sin necesidad de espíritu.


        • Algunos pondrán reparos a la consistencia de esta obra, otros hablarán de influencias y ascendientes, pero los más sordos seguirán quietos contemplando y percibiendo.









6 de octubre de 2010

CLIFTON PUGH (1924-1990) / AUSTRALIA

  • Australia está muy lejos, lo sabemos, pero ¿y su pintura? En nuestro imaginario, ya muy aproximado a todos los enclaves artísticos y continentales, caben todo tipo de manifestaciones artísticas que logren emocionarnos. Es lo que tiene la globalización, que acerca para bien o para sentir una repulsa antes inexistente.
    • Este autor australiano, PUGH, convoca, en su obra, el espíritu de comarca en la que está insertada. Forma un todo con ella, de tal forma que sus recursos y capacidades expresivos sean el signo que identifique a ambos. Y son válidos esos términos para determinar su enfoque, mas es especialmente su visión la que introduce la mirada en una ordenación plástica que concentra una resonancia especial.

      • La naturaleza tiene su marco de ser y exhibirse, de no dar lugar a sugerencias sino a realidades duras y desnudadas. Precisa los rasgos críticos destinados a la memoria, además de la desolación que acompaña a lo inhóspito o lo extraño de un desierto sediento o un ave que sí sabe lo que lleva a cuestas. Referencias concretas que hacen posible el presentirse allí desde aquí.



        • El Malecón, al llegar mi amigo Humberto y yo a su vera, nos fulmina con la mirada. Escucharme atentamente, nos dice, no volveré a repetir que un buen cuadro es treinta por ciento de dibujo, veinticinco por ciento de color, dieciocho por ciento de composición, quince por ciento de claroscuro y doce por ciento de sentimiento. ¿De dónde lo habrá sacado? Del ron suponemos que no, lo habríamos sabido.



5 de octubre de 2010

GASTÓN ORELLANA (1933) / HONDO

  • En 1961, el Grupo Hondo aparece en escena en Madrid. ORELLANA, nacido en Chile, fue uno de los componentes de esta Nueva Figuración, cuya misión se concretaría en ser testimonio de la vida, concebida como un proceso agónico (Manuel Conde).

    • Por consiguiente, la realidad tomó de la pintura la fuerza y síntesis que requería y viceversa. Realidad de la que el autor tiene miedo, mas forma parte de su sueño o sus pesadillas, pues ése es el postulado individual y de grupo: la introspección humana, la visión de ese hombre interior, torturado y angustiado.
      • En esos trípticos el artista busca y encuentra ecos de la tradición, de ese camino incierto que no ha dejado de recorrerse porque las imágenes condensadoras de significados nunca cesan, como tampoco lo hacen la violencia, la tragedia o el sexo.


        • Considerando así la obra en tales términos, la figuración ha de ser inevitablemente incisiva, dinámica, con una coloración que acentúa los rasgos una vez esquematizados y seleccionados, determinados a que el proceso de comunicación transcurra sin cortapisas, de cara a que la combinación y transformación se vayan ejecutando bajo esas indispensables premisas.

        • Gastón ha preferido que en la noción de forma no haya ninguna duda, que abarque toda la mirada del espectador, que la especulación a la que remite sea la debida, pero sin imponerla, al contrario, haciéndola presente sin más para que no se escabulla del peso de la misma, de su huella dejada tras el impacto. Y si hay misterios en esos soportes, que cada uno los despierte como quiera y sepa.




1 de octubre de 2010

PAUL EMILE BORDUAS (1905-1960) / YACIMIENTOS

  • Interiorizar lo cromático requiere capacidades técnicas depuradas, que sepan extraer de los yacimientos convictos las secreciones olvidadas. De eso se ha encargado el canadiense BORDUAS, que no necesita delimitar capas pues son epidermis fogosas que absorben el núcleo hasta dejarlo vacío.
    • También por esa causa las texturas se intensifican y desprenden ansias y fervores. El autor no pretender ir más allá de lo que manifiestan, es un subconsciente vivo en ebullición, que no tiene que aparentar lo que es y aparecer como lo que en cada mirada está asentando.


      • No es obra de perfección ni hecha como semántica del devenir, es simplemente el fruto de una apuesta por una contemplación que no se quede en sí misma, que tenga visión, recorrido y sinfín.