20 de abril de 2010

LARI PITTMAN (1952) / ¿HACER O DESHACER?

  • No sé si nuestro cerebro es capaz de abarcar y procesar todo lo queremos ver al mismo tiempo. Parece imposible si no hay un proceso que nos permita detenernos e ir reflexionando sobre lo contemplado. ¿Que eso es lo que se propone el estadounidense PITTMAN? Puede ser, ya que su retórica visual organiza el contenido del espacio en un sistema que señala al conjunto, aunque desmenuzado con el fin de aportarle nuestro sentido de integridad.
    • Hacernos partícipes de ese desenfreno, invoca lo que él y nuestra visión exploran. Taladrar nuestra mirada con lo que a duras penas reconocemos y tratamos de identificar, es establecer un código visual que tiene en lo dinámico un sentido de la angustia presente.

      • Acarreamos dudas sobre ese compendio, no alcanzamos a descifrarlo pero sí lo constatamos y sentimos desde la querencia por intuir lo configurado, por ser parte de un fenómeno que nos hace viajar de un extremo a otro, vivir desde la superficie y hasta el fondo.

      • No hace falta ya creer, sólo estar dentro y esperar.

      • En yo soy me incluyo todo, nos dijo El Malecón, y en vosotros también estoy porque he bebido de vuestra sangre y de vuestra carne. Gracias a ello, vosotros dos, Humberto y tú, seguiréis siendo habitantes de la penumbra, de la que nunca saldréis. Ni pudimos acabar el ron.



19 de abril de 2010

OSCAR MÉNDEZ LOBO / REFUGIOS







  • Dice JOHN BERGER que el arte abstracto es un proceso en el que ha quedado eliminada de la imagen casi toda la experiencia vivida. No puedo estar en más profundo desacuerdo con esta afirmación. La abstracción es una reflexión que sobre la idea de representación de sí misma se hace la pintura teniendo como protagonista al artista ejecutor y a sus propias vivencias. No ha desaparecido nada que humanamente le afecte -entorno natural, urbano, afectos, carencias, necesidades, pensamientos-, al contrario lo engloba y metaboliza hasta la consecución de la máxima potencia visible de lo alcanzado hasta entonces.
  • El trabajo de MÉNDEZ LOBO incide en ese campo de actuación desde el ángulo de la intimidad. Abarca una configuración lírica que se desnuda en la superficie para mostrarnos los rasgos nubosos y cósmicos de una pasión plástica intrínseca con su sentido del ser.
  • Él deja que los espacios hablen y desarrollen todo lo que llevan dentro en unas sintonías cromáticas en que la expresión ya ha sido definida pero no agotada. Se trata de indagar en las posibilidades de refugios cuyos derramamientos nos oculten de la muerte.
  • En sus obras anteriores, más líquidas, a las que también les dediqué un post, se destilaban esencias, en las de ahora ya se concretan unas presencias de más solidez que nos refieren en tonalidades extendidas lo recóndito y personal -asilos ante la incertidumbre, la duda de lo perecedero y efímero-, y que aguardan el futuro para dar paso a otras reconciliaciones con nuestra visión.


  • 17 de abril de 2010

    JOSÉ LUIS ÁLVAREZ VÉLEZ / NO QUIERO DEJAR DE SER







    • Se trata de no cejar, de continuar, de no darse por vencido. Y en esa tesitura mi amigo JOSÉ LUIS ÁLVAREZ, alavés, es una prueba contra la fragilidad dada la presente situación de salidas cerradas. Él sigue esculpiendo, diseñando, pintando, buscando secretos visuales que añadir a la vida.




      • Su código visual nos transporta lo mismo a paisajes entrevistos que a faunas insospechadas, aunque, de todas formas, no hay que buscarles símbolos sino reverberaciones plásticas que impacten en la mirada.
      • Exquisitas y misteriosas, con la seguridad de domeñar una materia que no traiciona, el artista las transforma en su modo de experimentar lo vital y verdadero. Convierte el privilegio de ver en un pensar el sentir, en el cimentar la pasión sobre la conformación pictórica de unas vivencias estructuradamente concebidas. Como si fuesen unos presentimientos que se amalgaman y se cruzan, se visten y un momento después se desnudan, se proyectan tanto como se esconden. Demostración, al fin y al cabo, de que no hay tregua, de que la creación no se detiene y se limita en sus exigencias.

    12 de abril de 2010

    VLADIMIR VELICKOVIC (1935) / TRANSIMITIR LA VERDADERA INFORMACIÓN

    • La tragedia, el crimen, el genocidio, la muerte nos acechan. Unos los sitúan en su contexto y situación y miran en su interior, el resto, ya informado, se relaja.
      • En estos días en que la desmaterialización del arte gana terreno, una representación visual como la del serbio VELICKOVIC cambia nuestra visión porque su discurso tiene la autenticidad de la locura clarividente.

        • Sobrecoge tal hondura y despliegue de imágenes, es un sentimiento del horror tan de cerca y tan inmediato que casi lo tocamos. Y no hay espacios para la huida ni ocasión para el rechazo porque la fuerza plástica de esta figuración no nos permite volver la mirada por ser un arte de la desesperación, incluso de la falta de esperanza, que reconocemos en el latido inmenso, espeluznante de esos iconos tan eficaces en su transmisión del mensaje.


          • No hay nadie que no se conmueva, ya que no se trata de una fortaleza espuria que haya que exhibir con el propósito de ser inmunes al sufrimiento, sino de absorber el dolor que se desprende y fluye de esos soportes sin omitir la veracidad de un código estético que acaba ya de definirse para siempre.



            • Hoy al Malecón le ha dado por abrir los cuerpos de algunos de sus habitantes. El reguero de vísceras se veía y olía desde el cementerio donde nos habíamos ocultado. Mi amigo Humberto y yo tendríamos mucho trabajo para enterrarlos y poco ron para despedirlos.





    10 de abril de 2010

    LEONARDO CREMONINI (1925) / ¿DÓNDE TERMINAR?

    • La imagen es ante todo una forma simbólica de conocimiento, decía José Jiménez. El italiano CREMININI lo ratifica desde un significante de múltiples registros que la interpretan, crean y ejecutan con el propósito de generar una realidad que vivir en la nuestra propia.
      • Hay una inexpresividad atenta, intensa y ensimismada, al mismo tiempo que una inmovilización, un detenimiento en un instante concreto. En un segundo momento, la mirada explora la superficie cubierta por una figuración que nos alude, despierta otros ecos y señales y dibuja reseñas dejadas por la memoria.

        • En el conjunto percibimos una historia pictórica que nunca ha de acabar, que se desarrolla en la representación visual de un drama silencioso y también una crónica de la pintura que nos revela nuevas claves y formas de contemplarla.


          • El Malecón, hoy, no ha dormido y vomita sangre. Mi amigo Humberto y yo nos miramos con escepticismo y nos preguntamos de donde la habrá sacado.




    8 de abril de 2010

    HERVÉ TELEMAQUE (1937) / CUANDO LA PINTURA DISFRUTA

    • El que un haitiano en París se enganche al disfrute y a la pasión por la vida dejando esa huella en una obra pictórica y escultórica podría ser raro pero no lo es, lo que sería extraño sería lo contrario tratándose de un gran artista.
      • Por eso TELAMAQUE oficia la ceremonia con un rito jubiloso, danzarín, alborozado, como queda de manifiesto en cada uno de sus trabajos, que, en colores planos, ensamblan elementos dispares que descubren afinidades o asociaciones plásticas en el momento que salen a la luz.

        • Podemos incluso considerar determinantes los aspectos expresivos que toman las formas cuando éstas han alcanzado libertad de acción y pensamiento, cuando se alzan ante nuestras miradas y se equiparan con entusiasmo al desánimo presentido y en esta ocasión equivocado.


          • Es más, nos dan la impresión de que en ese medio en el que quedan en suspensión, ríen en tanto son reales, gozan en cuanto están a la vista, y en eso consiste su trascendencia y significación formal, en depararnos otra perspectiva desde la que ligar y cohesionar visión y sensibilidad para orquestar procesos desde sus mismo orígenes.




    7 de abril de 2010

    GILLES AILLAUD (1928-2005) / FIGURACIÓN NARRATIVA

    • Ayer fue el realismo fantástico y mágico, hoy la figuración narrativa, para mañana deberíamos estar ideando una nueva etiqueta para encajar lo que veremos.
    • El francés AILLAUD templó el pigmento para que no se deslizara sin necesidad de recrearse en aquel episodio, ya que su finalidad era recoger una experiencia vivida o que tuviese un protagonista, ya sea hombre o animal, sumergido en una materia colorante que por sí misma diese a luz al acontecimiento.

      • Hay, por lo tanto, un planteamiento formal sobre una distinta dimensión cromática que es la que forma la situación retratada bajo la condición pictórica, y hay una imagen que se sustancia dentro de esa masa clorofílica con vistas a la creación de una ficción visual que se sustenta en la plasticidad deseada.


        • Con ello el logro concilia una cosmovisión con su conocimiento visual, un pensamiento narrativo con su estructura figurativa, una ruptura del hábito convencional de la representación con otro concepto de ilusión aparentemente fotográfico. Y quedan al final y siempre símiles de soledades indefinibles y dudosos presentimientos.

        • Mi amigo Humberto se ha empeñado en decir que El Malecón está sumiéndose en el misterioso continente de la Atlántida. Pues, le contesto, que sea sin nosotros y el ron.




    6 de abril de 2010

    YUDIT VIDAL FAIFE (1979) / FIEBRES DE FANTASÍA

    • Hasta la esencia acaba mudándose de naturaleza, alterando su condición, modificando su gene, pero una parte del yo permanece si que el saber la destruya, sin que un flujo de excrecencias mentales y emocionales mórbidas la desnaturalice. Esa parte es la fantasía que no se apaga, que sigue encendida y que de vez en cuando encuentra a una YUDIT VIDAL, desde Trinidad (Cuba), para reencarnarse.
      • Es una experta en conseguir que esa facultad, ese don, sea una misma cosa con su obra, cuya plasticidad expresiva nos introduce en un ensueño sin que casi seamos conscientes de ello. Que sea esa singular irradiación o aura cromática la que plasme con sabiduría pictórica la ilusión, o sea la dimensión única de sus personajes, lo importante es el todo resultante que narra visualmente un universo y un tiempo que están acotados a nuestro lado y no siempre vemos.

        • Estos trabajos iluminativos sólo pueden ser posibles si quien los ejecuta está imbuida de una sublimación válida y apta para desvelar misterios y, aún más primordial, capaz de calibrarlos y cristalizarlos a partir de referencias y formulaciones que conjugan nuevas formas y perfiles. El que esta artista los haya hecho posibles nos da acceso a la conservación del sentido acariciador de la quimera.


          • Anochecía en El Malecón sin la aparición de luciérnagas. Mi amigo Humberto me dice que cree que cuando oye hablar de un paraíso sin verdad ni mentira, están refiriéndose a la tumba. Hasta el ron enmudeció y con ello se nos acabó la bendición.




    5 de abril de 2010

    GÉRARD DESCHAMPS (1926) / NO HAY QUE ARROJAR NADA

    • Arrojamos nuestros restos y sobrantes a la basura, al fin y al cabo son trastos inútiles, residuos, excedentes de vidas anónimas y su historia. Por lo tanto, también ellos son ignorados y despreciados.
    • Pero también los podemos considerar ruinas, vestigios, encarnaduras de una civilización que si bien los desdeña, los eleva a los altares del arte si adquieren, a través de un mediador, categoría estética.

      Es una cuestión que ya se ha abordado desde diferentes prismas, aunque la consistencia argumental para caracterizarla es tan flexible como un junco.

    • No obstante, el francés DESCHAMPS, junto con otros de sus colegas de ese nuevo realismo, nos ofrece, a través de estos ensamblajes, una sintonía visual comunicadora de unas formas actuales de existencia que hacen de lo anodino y rutinario una realidad plástica, de lo decrépito y acabado una armonía física donde dejar atrás el sentido y la concepción de otros fenómenos artísticos menos heterodoxos.




    • Gracias a esta modificación de nuestros hábitos culturales heredados comprendemos mejor el drama de nuestra época, y su significación, al plantearse de un modo escénico y ocular inaceptable bajo otros patrones que, sin embargo, ellos mismos han dado paso a esta plasmación de la realidad.




    3 de abril de 2010

    ALBER CAREL WILLINK (1900-1983) / EL ESPÍRITU SON RUINAS Y CARNE

    • ¿Por qué denominar "realismo imaginario" a la obra de un espíritu desvelado que pinta para identificarse?

    • Desde luego, son imágenes que hay poner a la vista para hacer que uno vea. Algunas son melancólicas, otras pretenciosas; unas, decadentes, las demás solitarias; y sin desdeñar a las imposibles o incluyendo a las visionarias.
    • El holandés ALBERT CAREL intentó abarcar un mundo con el que sustituir al que conocía, del que despreciaba su sangre y su cuerpo y deseaba cambiarlo por carne, piedra, naturaleza y ruinas que emergiesen de sí mismo, del caos llameante que le palpitaba pero que no le quemaba a la hora de perfeccionar la línea, el color, el dibujo, la constelación esteticista que se desarrollaba sintonizadamente, como la acústica de un arroyo cercano.

      • El cielo rompe la calma de un paisaje que está pensando, cavilando en lo que ha sido y lo que es o para lo que ha quedado. Quizá es una metafísica del miedo a ser mortal, y vivir con ello y a pesar de ello, toda la vida. O también, la manera de resistirse a ver y convivir con el tiempo presente.


        • Se supone que son buenas razones para brindarnos el desnudar la mirada en diferentes espacios y distintas eras. Son las únicas que le justifican para que su pintura adquiera la realidad que se hace el amor a sí misma en el aislamiento de una eternidad que sigue dormida.









    1 de abril de 2010

    HUANG YONG PING (1954) / IMPACTOS VISUALES

    • Observando las obras de los artistas chinos que han pasado por este blog hay un rasgo común, o quizás más de uno, a todos ellos, que los unifica, cual es el de la construcción de grandes formatos que indudablemente buscan e implican un poderoso impacto en la mirada del espectador.
      • El francés de origen chino, HUANG, utiliza este mecanismo como fenómeno visual que extiende su poder de suscitar en la mente que contempla detenidamente y trata de desentrañar la alegoría que se alza en el espacio.

        • No es que las cataloguemos como entidades físicas que rebasan nuestros horizontes ópticos, sino que verdaderamente lo son, que parecen incluso dotadas de vida y absorben nuestra visión encerrándola en ellas.


          • Que respondan o no a unas metafísicas de la materia o a una concepción plástica del horror o de la quimera monstruosa, somos nosotros los que tenemos que determinarlo, aunque me inclino más hacia imaginarios centrados en la fuerza de la imagen, en la preponderancia de lo irreal como acercamiento conveniente a lo real, en la supremacía de presencias palpables que han liberado para hacernos conscientes de su similitud con lo que pensamos y vemos.




    PAUL CADDEN (1964) / NO SIN EPITAFIOS