10 de diciembre de 2009

RICARDO ZAMORANO (1923) / SERES DE LA TRANSREALIDAD

  • Mística y pasión de la carne, unión de cuerpos arropados o desnudos en una transrealidad llevada hasta el delirio forzoso del raciocinio plástico.
    • Todas las escenas se suman en un caos medido, en el que vida y muerte juegan a la representación de un sueño que es la eternidad confidente. Hay movimiento, éxtasis, perros demonio, miradas perdidas, la pleamar de un tiempo que ha dejado de serlo.

      • El artista español Ricardo Zamorano, dueño y señor de una poética estilística impecable, acerca nuestra mirada a divisorias que reflejan la sensación que tenemos sobre nuestra propia sustantividad, la relación entre ella y su reverso, sostenidas ambas por imágenes que rubrican una vacilación entre el lugar en el que estamos y el que nos asalta en aquellas ocasiones en que la melancolía, el desvarío, la alucinación o incluso la locura nos ataca de improviso. El artista nos lo hace tangible sabiendo que no ha sido el único pero sí el que le ha dado otra introspección, otros sentir y percibir.

      • A causa del ejercicio escandaloso y diario de un número de artistas en su territorio -escribía el alguacil a El Malecón- la juventud está muy corrompida y su educación se degrada por muchos males y cualidades impías en virtud de ardides libertinos y profanos, y además se apartan del trabajo. Nosotros, mi amigo Humberto y yo, aunque no somos ya jóvenes, también nos condenaron a estar de rodillas y con los brazos en cruz dos días ante el muro y sin una gota de ron. Seguro que fue por arrimarnos a unas sirenas mulatas sin cola.



9 de diciembre de 2009

RAMÓN GAYA (1910-2005) / PINTURA A VIVA VOZ

  • Ramón Gaya fue un raro pájaro solitario en el arte español del siglo XX. Cosa ya sabida, pero no por ello hemos de dejar de evocar una figura que amaba la pintura como el único camino de hacerse a sí mismo. Decía que no tenía preguntas sino respuestas y que sus obras de creación -odiaba el término obras de arte- eran fragmentos de la que nunca llegaría a completar de forma definitiva.
    • Cierto, lo efímero, aunque después se transmute en perenne, aparentemente siempre gana porque nuestra condición mortal lo siente así y además lo padece.

    • Su pintura es el producto de la reflexión pura, limpia, desnuda de sus creencias y convicciones clásicas y antimodernistas -lo que no es tradición, no es que sea plagio, es que no es absolutamente nada, afirmaba-, firmes y seguras, de hasta donde debía llegar la misma. No había por qué imbuirse de ismos y modismos, tendencias y efervescencias, corrientes y pendientes. No existía esa necesidad cuando la disciplina pictórica es una práctica que se asimila con la poesía de la carne, de la naturaleza y del sentimiento del ver y del mirar -no es cosa mentale sino cosa carnale- que ya Velázquez, Solana, Rosales, etc., nos habían enseñado.


    • Su obra, tal como la contemplo, es esa segunda naturaleza que absorbe y transforma la línea, el color, el dibujo, la forma, hasta constituir una visión no manipulada, crecida después de despojarse de la materia y situarse sobrenadando en el lienzo. Paisajes diáfanos, impolutos, que no se espesan, que expresan la cualidad virgen de un cromatismo que se recrea en sí mismo. Una sensación visual que si se nos escapa de la mirada nos envuelve en ella.

    • De todas maneras, según confesión del propio artista a la que nos referíamos anteriormente, ha sido una obra o sinfonía inacabada, que podía haberse fecundado más en ese camino ya trazado desde el principio.

    • Hoy, El Malecón nos obliga a mi amigo Humberto y a mí a dormir sobre las aguas que lo mecen para fecundarlas. Con este frío y esta niebla no se puede, le dijimos. No hubo castigo pero sí un silencio que anuncia una nueva peste.


8 de diciembre de 2009

JOAN PERE VILADECANS (1948) SUEÑOS NÚBILES

  • Nos quedan los sueños núbiles irreales para emprender aventuras en las que la lucidez toma rasgos inconclusos pero definitivos, suceso tal que hay que procurar plasmar porque atesora un guión plástico con el que orientarnos.
    • Para ello, el artista español Viladecans nos ofrece un quehacer muy personal encauzado y dirigido a recrear ese periplo con una policromía que susurra fragmentos de una memoria que de tanto parpadear evoca lo que quiso ser y no fue.

      • Sin embargo, esa sutileza se enriquece entre la fugacidad de lo que parece irse en la visión con la perdurabilidad de lo que al final permanece. Estamos en los dominios de lo transitable e intransitable. De ahí que la fascinación por su obra nunca se desvanezca dada la imposibilidad de que nos extraviemos si omitimos la visualización de su clave, que es también la nuestra como espectadores empeñados en seducirla para que se mantenga en constante diálogo.

      • Robert Walser decía que una obra vital imperecedera no requiere acumulaciones, más bien decide algo que enriquece la existencia, algo que puede ser olvidado, para ser más tarde nuevamente amado, que de vez en cuando puede censurarse, pero que quizá precisamente por eso surta luego un efecto mucho más profundo.

      • El Malecón ha organizado una Bienal de Pintura, pero ha rechazado la participación de mi amigo Humberto porque sus obras son fruto de la sensibilidad y la imaginación. Dice que sólo admitirá a aquéllas que se hayan elaborado en su propio honor y con su propio estiércol untado en miel y jalea real. ¿Y dónde lo vamos a encontrar, le digo a mi amigo, si ya se lo han comido?








7 de diciembre de 2009

ALVARO DELGADO (1922) DESDE DENTRO

  • Los retratos hay que pintarlos desde dentro y después dejarlos asomar para que el tiempo les dé la medida de su ser. Medida que Arnold Puig situaba en la condición trágica del hombre condenado a no encontrarse jamás a sí mismo. El artista español Alvaro Delgado recoge ese testigo y lo asume desde el interior para que con rotundos trazos se desvele un destino con el que hallar la historia de una fatalidad o el relato de un azar o una ventura.
    • Cada gruesa pincelada es la página de una biografía que se va desentrañando poco a poco hasta llegar a su sino final, en el que se perciben claros y oscuros, deformidades e imperfecciones, rasgos ahilados y pétreos, cuerpos y semblantes infectados por los rastrojos de unas existencias a caballo del infortunio y de un hado implacable.

      • Hemos destruido los espejos, nos hemos quitado el disfraz y nos hemos disecado en el lienzo, con lo que ya hemos logrado nuestra auténtica visión, ésa que es la verdadera y que siempre contribuimos a que se nos escape.

    • Mi amigo Humberto siente un tedio mortal porque, me dice, las salidas son entradas y éstas ya no tiene salida. Así, en esta situación, es incapaz de pintar y dibujar las entrañas que tuvo que comerse la víspera o el aguardiente adulterado que tuvo que beber al amanecer.





6 de diciembre de 2009

RICARD RECIO (1952) TERRITORIOS VÍRGENES

  • Si en la pintura las leyes son informulables, son normativas para describir y no para regular, es porque su naturaleza es la de la aventura, la de un gesto que se arriesga y emprende esa peripecia con la conciencia de su propia inseguridad. Recio, artista español nacido en Marruecos, echa mano de su memoria e iconología, para trazar los rasgos en una superficie que se alimenta de color.
    • La extensión polícroma quiere abarcar todo el espacio hasta que la realidad subyacente, cansada de estar debajo, le exige una dimensión y un cosmos que sólo le corresponden a ella. Entonces el artista llega a un acuerdo y deja que la liturgia cromática tabule lo emergente, lo configure y le facilite la visibilidad que requiere.
      • A partir de ahí el muro se abre, aparece la poesía, los fantasmas, los monstruos, el mito, el conocimiento, en definitiva, de uno mismo, cuando, en su soledad, es incapaz de controlar las imágenes que lo invaden y que en lugar de inhabilitarlo, lo estimulan en aras de unos territorios que ya no volverán a ser vírgenes.


        • Amigo Humberto, deja de pintar salidas en balsas o pateras y designa entradas y artificios, y llamemos a los mejores auspicios ingiriendo polvos de sapos, haciéndonos una limpieza con paloma blanca o gallina prieta, alacranes, negro de humo y jugo de ajo.




5 de diciembre de 2009

JOSÉ MANUEL OLMO / EL OBJETO DE VER

  • Decía Eugenio D´Ors que el ver no resulta un tal fácil negocio como la gente se imagina porque no se comprende sin ver, pero tampoco se alcanza visión sin comprensión. Y si es así, cuando, como espectador, estás ante la obra de Olmo que acaba de exponer en la galería Star de Madrid, la mirada es visión y comprensión.
    • Este artista no traspasa fronteras ni otros ámbitos, confía plenamente en el interior de los propios, en los que se mueve retando día a día la forma de una existencia, multiplicándola desde diferentes trazos biográficos, pues si en el principio era el verbo, ahora es la sintaxis cromática, su lenguaje y significación. Y ahí encontramos claves, coloraciones, tonos, gamas, gradaciones, texturas que nos hablan desde el sonido que emiten para que encuentren nuestro eco y sintonicen con él.

      • Paulatinamente su vocabulario se nos hace accesible, nos traslada a la mirada el significado y espíritu que hay dentro de cada una de ellas y hasta nos proporciona explicaciones sobre cómo podemos percibir la sensualidad que contienen. Y no dejamos escapar esa oportunidad, son únicas y nunca habrá otras pues todas son distintas.

      • Mi amigo Humberto me pone ante la vista el retrato de una rata maleconera que no me convence nada. Incluso la tal rata que le había servido de modelo se pone a chillar ante la pintura, ante lo cual le dije: este animal es mejor crítico que tú. Y por esa causa El Malecón nos castigó a bañar al roedor durante toda la noche.



4 de diciembre de 2009

FRANCISCO AYELO RUIZ / LAS FORMAS DEL ENIGMA

  • Decía Jean Baudrillard que acaso la tarea del creador sea la de intensificar el carácter enigmático del mundo, poblarlo de sombras y sueños, extraordinarias apariencias y desconcertantes simulacros.
    • En la obra del artista español Paco Ayelo, inoculado por tal tesis, se ha enrocado el núcleo del enigma, el cual exterioriza desde sí mismo a partir del momento en que se ha producido su captura según las secuencias de formas simbióticas que a través de su multicolor tegumento alcanzan su lugar en el espacio, lo cimentan y después viven dentro de él a base de intercambiarse símbolos y sueños.

      • Gravitan sobre nuestra mirada con la que quieren verse y aparecer como si fuese un espejo que reflejase sus ideogramas cromáticos, sus esencias plásticas, su exuberancia pictórica. Exhalan el aliento de lo presente verídico como una experiencia que ilumina hasta dejarnos percibir y sentir la realidad que nos muestran como una naturaleza fiel a ese misterio del que siempre serán sus propios adeptos y creyentes.

    • Amigo Humberto, ante El Malecón únicamente nos cabe la invención de utopías que él crea posibles y nosotros imposibles, pues así podremos escapar por los túneles que unirán unas a otras antes de que se inunden. Pediremos a los tritones que nos transporten a sus cuevas y aprenderemos a pintar con sal y alimentarnos de la sangre rosa de las nereidas y ondinas.





3 de diciembre de 2009

JAIME BEGUÉ / PIEDRAS LAUREADAS

  • ¿Jaime Begué, el artista leridano, escogió la piedra porque es un símbolo del ser, de la cohesión y la conformidad consigo mismo? ¿O porque constituye la primera solidificación del ritmo creador, la escultura del movimiento esencial y la música petrificada de la creación? Él nunca lo ha dicho ni yo se lo he preguntado.
    El hombre, en su fetichismo lapidólatra, tal como lo profesaban los antiguos habitantes de Creta, le añadían algún atributo por considerarlas sagradas, llegando a pulirlas y vestirlas.

    • Lo que sí es cierto es que Begué no tiene otra opción que hacer y oficiar de hechicero cuando elige las piedras, las singulariza y las erige en un interlocutor nigromante, consciente de que saben expresarse, sentir, mentir y rebelarse. Él no se permite ninguna intransigencia con ellas pero tampoco una tolerancia que niegue sus fines, pues sabe que son moradas de los dioses, emblemas divinos, portadoras de castigos para aquellos que puedan amenazarlas.

    • Sin embargo, el artista, que las conoce muy bien, ha intuido y respetado su espíritu vanidoso, un espíritu que quiere manifestarse y por eso le están exigiendo a ese mediador que utilizan de escultor, que extienda la visión de su aura, ya sea en forma de aureola, de hálito, de soplo o céfiro. Y éste así lo lleva a efecto para su mayor gloria aunque le signifique no ser parte de la misma.


      • Por tanto, esta prodigiosa compenetración entre autor y obra infunde a los elementos formales un halo, un cerco de luz, un resplandor que alía lenguaje y objeto en un deseo ferviente y vehemente de que se produzca una absorción visual y así, de esta manera, sea reconocida su entronización y exaltación como talismán o fetiche. Y como tal se ha cumplido.

      • Amigo Humberto no me cuentes más historias y recuerda lo que dijo Aldous Husley: "la experiencia no es lo que le sucede a la persona, sino lo que hace la persona con lo que le sucede". Y tú, con un solo ojo despierto, deshaces lo que ha hecho el dormido, y así consigues que El Malecón nos mire con sus pupilas malintencionadas.




2 de diciembre de 2009

MODESTO CIRUELOS GONZÁLEZ (1908-2007) INFIELES

  • ¿Somos infieles con nuestra morfología? ¿O estas nuevas anatomías llenan infinidad de vacíos espirituales? No engaña a nadie el artista español Modesto Ciruelos. En su pensamiento se incardinaba un reflejo figurativo que gozaba de la plasticidad del ser no siendo.
    • Y esos retratos del no ser se desnudan en tonalidades lóbregas mediante su desmadejamiento o su encuadramiento cúbico del que son portadores y semblanzas.

      • Sin embargo, hay una intuición que nos acerca a ellos, que quiere descifrar lo que expresan en la misma medida que coincida con lo que nosotros, espectadores, pensamos, pues así el compromiso visual llega a toda su plenitud, que es al fin y al cabo de lo que se trata.


        • Es difícil hablar con este impetuoso ventarrón. Las olas, encrespadas, exigen su donativo de sangre y carne. Pero es inútil, les decimos mi amigo Humberto y yo, de eso ya va quedando muy poco, sólo lo suficiente para sobrevivir entre algas y sargazos.




DANIEL CLAVER HERRERA

1 de diciembre de 2009

SUPLANTANDO AL ARTISTA


  • Seguro que el artista me perdonará esta suplantación pero la obra expuesta lo merecía.

JAIME BEGUÉ Y DANIEL CLAVER

SALVADOR SORIA (1915) / INTEGRACIÓN

  • La materia se deshace y se destruye y cada pedazo toma camino del exilio. Han sidos desposeídos de su naturaleza en esa ruta de no retorno y se encuentran sumidos en la confusión y el desorden.
    • El artista español Salvador Soria los va buscando y localizando con denuedo y obstinado empeño y ya en su poder la madera, el cinc, el latón, las limaduras de hierro o cobre y demás ingredientes físicos, no sólo los salva de una muerte anunciada y se compadece de su sufrimiento sino que igual que Dante, crea con ellos una vida inmensamente bella y sutilmente simétrica, con una gran riqueza de significados telúricos y simbólicos.

      • Es decir, que urde una lírica de integración en un proceso que halla lo polimorfo como el medio de explotar la buena fortuna visual y plástica y derrotar a la contraria, renovando así su naturaleza y haciéndola visible en su nueva constitución, con lo que al final han sido convertidos y formarán parte de la epopeya artística contemporánea.


        • Mi amigo Humberto no ha podido dormir en toda la noche, se la ha pasado confesándose con un diablo que le fue enviado por El Malecón. Y ahora no se acuerda de lo que le ha relatado. ¿Podría haberte metido en el infierno? le respondo. No, me dice, porque lo sabría. Pero no se le veía muy seguro.




30 de noviembre de 2009

LUCIO MUÑOZ / EL SOPORTE ALEATORIO

  • John Berger decía que es el hecho de ver el que establece nuestro lugar en el mundo que nos rodea. Si eso fuese así, Lucio Muñoz, el gran artista español, vio ese sitio en la génesis y crecimiento del retablo de madera, sobre el que vierte semblanzas y hechos en signos agrietados, pústulas enquistadas, úlceras amargadas, cicatrices sin fin. También costras y abscesos que construyen diagramas vitales.
    • Es un léxico que reclama una historia iluminada entre claros y oscuros, entre tonos solitarios y modulaciones melancólicas. Y que nos exhorta e induce a compartir experiencias y vivencias sensoriales, pues la contingencia de la que se constituye también es la nuestra desde cuando imberbes manoseábamos con nuestras manos los rudimentos corpóreos y volátiles de la materia sin saber desentrañar su alma resignada.

      • Es la fumigación de un estilo que se se postula como defensa de lo visible e invisible, que plasma las conjeturas y consistencias de una naturaleza encarnada en una simbiosis que nunca dejará de ser tiempo recobrado y continuado.

        Mi amigo Humberto está pintando un submarino con sal, pimienta, plátanos, chinchetas y óleo. Cuando lo tenga terminado podremos ocuparlo y viajar por todo el mundo sin que El Malecón no los pueda impedir. Y sin olvidarnos de llenarlo de ron.

28 de noviembre de 2009

ENRIC PLANASDURÁ (1921-1984) / DANZA DE LOS COLORES

  • Mi conciencia no puede exiliarse, pero si eso fuese posible sería para arraigarse en lugares policromos como los que propone el artista español Planasdurá.
    • La vida, entonces, no carece de ausencias sino que se ve inmersa en dinámicas que la transportan por itinerarios donde es importante que haya una malla plástica que la envuelva y despliegue ante nuestras miradas una urdimbre de contrastes lumínicos.

  • En esas comarcas no hay nada escrito y tampoco lo necesita porque son terrenos en los que los tintes alambican una naturaleza fértil y extremadamente sensible.

  • Y ya nunca podremos decirles adiós, se han quedado fijadas a nuestra retina, a la que la seducen con su fantasía y ensoñación.



  • Hoy, en honor del Malecón, tendrá lugar un concierto de cantos yorubas. A mi amigo Humberto y a mí no nos queda más remedio que asistir y corear. Pero lo hacemos con la lengua sacada y la mirada hundida.



27 de noviembre de 2009

JAVIER DE BENITO PLANCHAS EN TRANSFORMACIÓN

  • El orden o el sistema también pueden y hasta deben ser objeto de desintegración en la obra de arte porque son innumerables y diversas las formas, las materias y elementos que quieren aparecer caóticamente en su superficie para alcanzar la luz.
    • Y en tal sentido y términos, Javier de Benito, joven artista de Fuente El Saz/Madrid que presentaba su trabajo en la FAIM (Feria Independiente de Madrid), transforma sus planchas en una aleatoria conformación plástica de indicios, fragmentos de memorias, vestigios, sedimentos, círculos, huellas, signos, placas, pigmentos, restos, estelas y surcos, evidencia de que la geografía y geología del hombre abarcan todos esos ingredientes que quieren mostrarse en toda su intensidad y crudeza, con el fin de que nadie, una vez ya a la vista, pueda negarlos.

      • Por eso, este escultor cumple con ese propósito y ha sabido obtener su condescendencia en cuanto al desvelar el misterio de su existencia sin dejar más pistas. La presencia de estos grandes moldes, de recia consistencia física, es como un espejo en el cual no hay subterfugios ni disfraces, es nuestra propia carne hecha materia, principio y fin.

    • Mi amigo Humberto lleva días echado en el suelo y en silencio. Espera que le salgan aletas y cola para poder cruzar el océano. El Malecón está alerta por si acaso lo consigue y yo le doy ánimos invocando a una sirena hermafrodita.





26 de noviembre de 2009

ROBERTO ROSIQUE / MUROS

  • Mi amigo, el artista mejicano de Tijuana, Roberto Rosique, plantea en sus nuevas obras, a modo de pasquín, pancarta o mural, una figuración que retoma la concepción de los grandes muralistas mejicanos pero en coordenadas plásticas que lo acercan a los recursos utilizados por los distintos medios de comunicación actuales.
    • Es un realismo de campo abierto, social y crítico, que expone e indaga en una situación en que simbología y existencia conforman un maridaje denso y crudo para mostrar derrotas e insolaridades.

    • Son muros que nunca llegan a traspasarse, que sólo alcanzan para escrutar por encima un soñado paraíso que no es tal pero que aún se les niega. Se rechaza al otro por ser pobre, hambriento, porque contamina, contagia, degrada, en un sentimiento de nefasta superioridad.

    • Rosique incurre en cierta grandilocuencia y énfasis en la representación dramática y tampoco ahorra cierto ingredientes grotescos, con tal de que la comunicación sea efectiva, incisiva y total, confirmando así un dibujo recio y bronco que copa toda la mirada.

    • Y además, las ondas y rizos blancos, rojos y verdes que se superponen a las imágenes marcan el contraste de un devenir que se gesta en el itinerario del fracaso.

    • Esta noche soy yo el que se hace una autocrítica ante El Malecón. Sin embargo, la hago en silencio, pues no se expresa más que el pensamiento y éste es mudo. Mi amigo Humberto me estaba tratando de escuchar pero me dice que únicamente oyó el restregar de un pincel sobre un lienzo.







25 de noviembre de 2009

DANIEL CLAVER HERRERA (1958) / FILOSOFÍA DE LA MIRADA

  • Un nuevo encuentro en la FAIM (Feria Independiente de Madrid) con mi gran amigo, el artista valenciano Daniel Claver Herrera, ha servido para reforzar expectativas y nostalgias.

  • Dijo Antón Patiño que la pintura, cuando define un ámbito propio, traspasa siempre el tiempo. En este caso concreto del trabajo de Daniel no sólo lo ha traspasado sino que sigue agradándose y profundizándose en premoniciones que siguen fundidas y acrisoladas en la materia.


  • Gamas de matices, de elementos y aspectos naturales y minerales, repertorios de sentimientos y emociones, cualidades, en definitiva, de lo que es un esoterismo plástico en permanente progresión.

  • Rojo de sangre, agonía y sublimación, también de fuego y purificación o de sufrimiento y amor. Blanco de iluminación, ascensión y perdón. En cambio, el negro, en la alquimia es la fase inicial y germinal, y entre los pueblos primitivos el color de lo interior y subterráneo. También concierne al estado de putrefacción, fermentación, ocultación y penitencia.

  • Texturas que en el negro simbolizan el tiempo en oposición al blanco de la intemporalidad y el éxtasis. Daniel estructura y construye tramas y urdimbres con paisajes geológicos y signos para que una nueva filosofía de la mirada se busque a sí misma, tal si fuese un poema telúrico que transcribiese la magia de unas formas en las que podemos penetrar siempre que no neguemos la creencia de lo que se puede crear con el fulgor de lo que está silenciado y enterrado.

  • Cuando estoy ante estas obras dudo si están repicando a muerto resucitado o son campanadas jubilosas de una inmortalidad hallada, pero lo que sí tengo cierto y claro es que llegado el momento mis cenizas reposarán eternamente en algunas de ellas, formando parte así de una sacristía del arte.


    • Hoy es día de luto en El Malecón. Mi amigo Humberto y yo guardamos silencio entre ron y ron. No nos vienen las palabras porque las letras han dejado de hablarse.