10 de noviembre de 2019

TRUDE VIKEN (1969) / ¡MENUDA CRISIS!


  •  Siempre se ha afirmado que en las artes plásticas y visuales el deseo de romper con el pasado  y la voluntad de crear un lenguaje nuevo son comunes a todos los hombres con imaginación. Pero en este caso, el estilo, que es siempre el hombre mismo, y que ha impuesto el noruego VIKEN, es el de de hacer trizas, el de matar a través de una plástica empastada, brutal y enrabietada.  


  •  El sueño de la razón produce monstruos, lo que no obsta para que la razón del sueño sea también engendrarlos, darles una plasmación física para que el discurso sea tan elocuente que al mirarlo se nos derrita la mirada.  Este es el fin del retrato: acabar en un paradero no muy descocido al lado del infierno.


  •  Breton aseguraba que el sueño es un perpetuo paseo en plena zona prohibida. Sin embargo, estas criaturas ya son huéspedes de ella, hasta es posible que el artista les haya impreso ese aura narcisista con el que presumir de ser más reales que los que se quedan contemplándolas.  

Prometo soñar con el tiempo
donde la naturaleza es dueña

(Odalys Hernández)

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