29 de agosto de 2019

RIGOBERTO RODRIGUEZ CAMACHO (1969) / LA SEMBLANZA DEL HOMBRE NUEVO


  •  ¿Cuáles son esas experiencias sufridas por el hombre para que sus rostros y sus cuerpos se hayan metamorfoseado en la cruel estética que ha desbordado los límites y las proporciones? Desde luego, el breviario ha fallado porque ha impulsado al cubano RIGO a no concebir la tocata exterior sino el rezo interior.  


  •  El mismo se va alucinando a medida que configura el espacio dentro de su propio delirio, pues ha marcado su significación plástica a partir de una exclusión vital y social previa, en tanto en cuanto ese vacío le permitió, como un vertido espontáneo, convocar nuevas inclusiones, ya fuesen como unas rondas de homínidos retratándose de humanos o parientes paleolíticos cabizbajos.      


  •  Desde el alejamiento o la cercanía, estas obras nos llegan como un augurio del tiempo, como un rugido que plasma lo que tratamos de esconder y al mismo tiempo lo que nos tiene sometidos, el sarcasmo inclusive de no ser lo que somos y resignarnos con ello.  

Salobres, enmarañadas, las zorras emprenden el ocioso
      peregrinaje al burdel,
al quicio, a la esquina de siempre.
Y van dejando un rastro, una dispersa fosforescencia,
como estrellas de mar que flotan un instante en el 
        viento.

(Jorge Esquinca)

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