17 de septiembre de 2018

ANDREA BELAG (1951) / REZO SEGÚN TRAZO


  •  Siempre nos han dicho que la obra de un artista se inserta en el continuo de su vida, da testimonio de sus experiencias pasadas y hunde sus raíces en su personalidad íntima. En el caso de la americana BELAG se expresan en un acopio de trazos que forman un conjuro, del que ella misma no sabe escapar.     


  • El color, en sus pinturas, es un signo que levita, que eleva una transmigración del pensamiento que se observa jubiloso a sí mismo, que se retuerce y no se está quieto, que parece que está cubriendo alguna verdad y lo que hace es mostrar un súbito frescor que se yuxtapone a la mística de su ser.    


  •  Fiedler ha manifestado que el arte abstracto coloca junto al mundo real uno nuevo, que exteriormente no tiene que ver con la realidad, pero interiormente está sujeto a las leyes generales del mundo cósmico.

¡Aviados estamos! Ni se muere el padre ni cenamos.

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