22 de agosto de 2017

KIKER (1949) / NO HAY ENCUENTROS SIN ELLOS


  •  Decía Bernard Noël que lo que se mueve en la pintura es únicamente la mirada del espectador. Yo creo que el asturiano KIKER, que vuelve a exponer en la galería Aurora Vigil-Escalera de Gijón, consigue que al segmentar la obra en planos el movimiento sea por ambas partes. 


  •  La visión para él es fundamental, por eso sus hallazgos plásticos conceptualizan al mismo tiempo que no cesan de alumbrar la penetración febril en una cosmovisión que parte de su propia teoría, de un frenesí entusiasta para encontrar la forma y el contenido que culminen en el prontuario exacto.   


  •  Un gran utillaje mental y un fabuloso utillaje formal, pues, una reinvención de la imagen -con distintas técnicas, entre ellas el collage- que reinventan la imagen del mundo en su superficie. Va siempre más allá sin hacer una dejación de su impronta, de su manera de hacer estilo y representación.   

En el tiempo feliz no había muerte,
y juntos la pureza y el pecado
descubrieron el mundo más dichoso.
(Francisco Brines).

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