18 de mayo de 2017

RENATO COSTA (1974) / EL TESTIMONIO VISUAL ES MI TUTELA

  •  Estamos ante una obra, la del brasileño COSTA, que debe mucho a la espontaneidad, pues en la creación artística la espontaneidad responde a un empuje instintivo previo a toda reflexión. Ahí es cuando comienza a revelar, a través del medio plástico, los elementos del imaginario personal o colectivo acumulados en ese hecho visible que es la obra.  
  •  El dibujo y ese alumbramiento líquido, que es un cromatismo sensiblemente expresivo, pero casi indomable, nos enmarca una visión en que la naturaleza humana está sometida a su propia y cruel condición, que busca otros espacios y otros ámbitos aunque su esperanza está muerta y su habitabilidad destruida. Lo que significa que esa realidad nos concierne a pesar de que sintamos la añagaza que de que se encuentra plasmada afuera y nunca nos abordará dentro.  
 El hablar a quien nos escucha nos descubre, sin que él nos diga nada, el grado de verdad y, sobre todo, el grado de convicción de lo que decimos.
(María Zambrano)

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