10 de mayo de 2017

HANS HENDRIK GRIMMLING (1947) / NO SÉ CÓMO ENVOLVER MI FETO

  •  Hace falta considerar la obra por sí misma -método formal- y en su contexto histórico-social -método crítico (contextual)-. Con ello, es de suponer que encontraríamos varias claves en cuanto a la comprensión de la misma, sin que ello signifique que una interpretación sea la única aceptable, pues son múltiples las que se suscitan, las que pueden ser correctas y no contradictorias. Lo cierto es para ser válida tiene que estar trabajada y argumentada. 
  •  Bien es verdad que el misterio de la pintura radica en ampliar el mundo, engendrar formas que amplíen nuestro conocimiento y nuestra sensibilidad. Y como en caso del alemán GRIMMLING casi podríamos decir que es premonitoria y alucinatoria, ya que se percibe una fusión total.
  •  La preponderancia de las grandes formas, del color negro, de las líneas encerrando los cuerpos, tratando de no salir al peligro exterior, a la violencia, a la crueldad, a la vorágine del aniquilamiento y la tortura, enmarcan una fantasmagoría indómita. Alegorías sobre territorios y sociedades que han sido víctimas de la monstruosidad.       
 Quien se mira, aunque se objetive, lo hace él mismo, así que se adentra en sí.
(María Zambrano)

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